Precisamente, el pasado

¿Qué nos ocurre con el pasado y esa repulsión en mostrarlo?. Vamos por la vida mostrándole a las personas «nuevas» que no venimos de ninguno.

Borramos viejas fotografías y menciones en redes sociales que nos liguen con él, ocultamos playlist de Spotify donde compartiste todo lo bonito. Hacemos verdaderas aberraciones quemando el pasado como si nunca hubiera ocurrido, no vaya a ser que lo investiguen. Porque pensamos que nos aceptarán mejor así, siempre con ese (tortuoso) deber de dar explicaciones por todo.

Cuando (precisamente) nada más HUMANO que conocer a alguien que se hable con él (pasado). Me vas a disculpar, pero, poco es más atractivo, empoderado y REAL que alguien con la perspectiva y la certeza de que no puede tapar el sol con un dedo.

Agárrate fuerte, teme por lo que más quieras, no saldrás ileso si conoces a alguien de la mano (aceptación) con su pasado. Imagínate, qué belleza que se muestra tal cual es, sin ese sabor metálico de quien repudia (o no) su historia.

¿Cómo te desencantas de alguien así?. No puedes, no se puede.

©Eloy Cánovas