#0108 Un intercambio de escondites
Por John Berger.
El deseo sexual, si es recíproco, origina un complot de dos personas que hace frente al resto de los complots que hay en el mundo. Es una conspiración de dos. El plan es ofrecer al otro un respiro ante el dolor del mundo. No la felicidad sino un descanso físico ante la enorme responsabilidad de los cuerpos hacia el dolor. En todo deseo hay tanta compasión como apetito. Sea cual sea la proporción, las dos cosas se ensartan juntas. El deseo es inconcebible sin una herida. Si hubiera alguien sin heridas en este mundo, viviría sin deseo. El deseo anhela proteger al cuerpo deseado de la tragedia que encarna y, lo que es más, se cree capaz.
La conspiración consiste en crear juntos un espacio, un lugar, necesariamente temporal, para eximirse de la herida incurable de la carne. Ese lugar es el interior del otro cuerpo. La conspiración consiste en deslizarse al interior del otro, allí donde no se les pueda encontrar. El deseo es un intercambio de escondites.
John Berger escribió esta maravilla en «Esa belleza» (Ediciones Bartleby, 2005). Una perla que he descubierto por primera vez, y encima en un libro prestado. Y esto, tiene connotaciones que me gustan.
Solo quería dejarlo aquí, y decir también que he devuelto el libro, qué menos.
Țukjäče

«El final del verano nos convirtió en dos estatuas de sal, que estarán más allá del faro, junto al mar donde solíamos nadar». (La Unión)
#0407 Tus derechos (pide un deseo)
¿Sabes por qué se piden deseos con las estrellas fugaces?.
El astrónomo Claudio Ptolomeo creía que cuando caía una estrella fugaz (meteoro), el reino de los cielos se abría a los mortales. Y aprovechaban para lanzar sus deseos con el fin de que sus plegarias fueran escuchadas.
Lo mismo nos pasa con muchas creencias, en el fondo sabemos que no funcionarán, pero necesitamos creer en algo, debe de haber algo mágico que nos atrape y que sin embargo, no podamos justificar. ¿Es sano?, quizá no, no lo sé.
Intenté explicarle a Alma que tener estas creencias no te hacen débil o iluso (porque ella cree que esas estrellas son abuelitos de visita. Y eso está genial). Tienes todo el derecho a tenerlas, y si es con sentido común, mejor.
Se me ocurrió ponerle como ejemplo a Sam Smith y su canción «Stay with me«. Quizá no es lo más acertado, pero a ella le encanta, y he de aprovechar esa brecha.
En el fondo, Sam sabe que no va a funcionar, y que sin embargo, sabe que no está haciendo daño con esto. Que sin ser el buen aspecto, promete tener algo de autocontrol, sabiendo que no es amor.
Alma ya no cree en papa Noél, ¿pero en las estrellas?, el firmamento es suyo.
«Papá, como dice también Sam en la canción, quédate conmigo«. Mi chica sentipensante…
Țukjäče

«Dicen que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte una vez de una estrella, quizá no me esté marchando, quizá esté yendo a casa». (Gattaca)
#2506 ¿Aciertos y errores?
Hace unos días escuchaba en el arrollo de San Miguel, un muelle muy bonito al sur de Palma en busca de atardeceres, a dos personas hablar sobre una tercera, ausente, claro. El mar estaba calmo, por la luna creciente, tocaba esa panorámica y que a mi me facilitaba escuchar. Tanto así que pausé Spotify, mi limitado oído podría llegar a escucharles, ojo.
Se me caen las personas que ridiculizan, critican con sarna y supervivencia, con hastio y templanza. Justamente a aquellas personas que ellas mismas eligieron, es justo eso, ellas mismas eligieron a las personas que en su día se vieron reflejadas con acierto. Al fin de cuentas, nadie asume la parte que no gusta, nadie. El problema siempre es ajeno. Y claro, volví a reanudar Spotify, mi oído no daba para más.
Las relaciones son una jaula llena de prejuicios deseando que salten los tornillos de seguridad. Nadie quiere sanar nada, sólo cambiar de hangar.
En otro contexto, asistí el día antes de volver, a una charla sobre filosofía en Vecindario, un grupo de jóvenes universitarios (y de contundente acento canario, joder) que estuvieron hablando cerca de una hora a modo de coloquio. Entre algunos temas, salió el vacío social, es el que más presente se me quedó. «¿A cuántas personas hemos dejado de hablar sin que ellas supieran el porqué?, ¿cuántas de ellas saben el porqué de tu ausencia y lo que ello genera?». Resulta que Tolstói llegó a escribir un libro sobre ello y el daño irreversible que le creó la sociedad. No tenía ni idea de esto.
Todo esto al aire libre, con M83 como hilo musical de fondo, de coro, como segunda voz, o como quieras llamarlo. Me encantó la acústica y el lugar, se notaba que era el centro de planificación para estas charlas, estaban muy cómodos. Me encantó.
Recientemente vi Empire of light, y recordé justo después las palabras de Olivia Coldman al final, «vivir es un estado de la mente«. A esta maravillosa película, que nos recuerda que somos nuestro peor enemigo. Y que justo después, capaces si acaso, un aliado al final del brazo, en una extremidad de 5 dedos capaz de aguantar todo tu peso. Pero claro, ¿quién te iba a creer?, nadie.
Tengo un año más desde la última vez que escribí aquí, créeme, no noto la diferencia. Será otra cosa esto de cumplir años, algo que se escapa del tiempo y que sólo (qué bonito acentuarlo, otra vez) atiende a la literalidad del día a día. Quizá es lo importante o lo único presente. Hacía tiempo que no me siento así, con tanta calma, tan bien. Quizá la felicidad sea esto, no sé.
Hace poco me preguntaron «¿cómo lo llevas?», y me perdí, por primera vez no supe de qué me estaban hablando o a qué se referían. Claro, esta vez (y como siempre) la sociedad haciendo foco en la «soledad». Mi respuesta es desde hace ya un tiempo atrás, la misma. Nada más que añadir.
Uno va entregándose a los aciertos y errores, no me causa pesar no volver a sentir, sino el haber cambiado. Me he enfriado, y eso me jode.
Todo está bien, es como está, estoy en modo Antonio Gala, no me hables de amor, que no tengo ni puñetera idea (es verdad), y que me pongo un poco canalla, también. Háblame de la comprensión, del razonamiento, ahí tienes toda mi atención.
Estoy aprendiendo.
Țukjäče

-Mira para otro lado. -¿Por qué, lo he visto todo. -No sea vulgar, es diferente en medio de la pasión. / Empire Of Light (Sam Mendes, 2022)
#1804 This is the way
Cómo es posible que una bolsa de plástico tarde aproximadamente 55 años en degradarse, cuando nos es tan poco útil en comparación. Cómo tarda tanto un hueso en sanar para lo rápido que se fractura. Cómo rechazamos al alba, lo que fraguaron caricias, tesón y unas manos que no pernoctaban. Cómo nos visitan tan pocos cometas para lo mucho que miramos al cielo.
Cómo eliminamos el rastro de un pasado que no podemos cambiar, como si las personas no tuviéramos memoria, y solo para no tener que contarla. Cómo una canción dura tanto, con un silencio al principio, otro al final. Cómo es posible que un silencio, pueda llegar a cuidar más que todas las palabras del mundo.
Cómo es posible que una mano en el pecho, no solo sea una mano en el pecho, sino un almendro en flor, creciendo. Cómo es posible que arrugar sábanas, encienda un lienzo de luces sobre el cabecero de la cama. Cómo es posible que tras subir el café, huela a casa, dentífrico y sonrisas.
Cómo es posible que sweet dreams, me recuerde que hace tanto que no lo digo, para lo mucho que me gustaba. Cómo es posible que en la fila 4 de un cine, siga siendo extraño vivir historias. Cómo es posible vivir sin sentir, para ir muriéndose, sintiéndolo mucho. Cómo el mar puede llegar a meterse entre los dedos, agitar el corazón, saltar las olas y querer después secarte al sol.
Cómo es posible, la vida tan bonita ella, y nosotros empeñados en encontrarle una explicación. Cómo es posible que, si no se puede explicar, se pueda abrazar.
¿Es este el camino?.
Țukjäče

«Te volveré a ver. Te lo prometo» Bo-Katan Kryze & Din Djarin
#2402 Al borde de la piscina
En apenas unos días, he sentido encontrarme en esa condición humana a la que llaman red neuronal por defecto. Algo así como nombran los tibetanos, «una jaula de monos a los que les ha picado un escorpión». No en el peor de los casos, pero sí con el ajetreo y la introspección que eso conlleva. No lo tengo nada superado, vaya.
Recientemente he visto The Whale y Normal people, y (esto me lo voy a tomar con humor, qué menos), me han hecho sentir como si llevara lustros solo, en el plano sentimental. Sin embargo, solo han pasado meses. Son maravillosas las dos, sí, pero me han dejado para los restos.
Sobre The Whale y la historia de Charlie, no escribiré nada, es mejor que la veas tú mismo. Solo decirte que refleja fielmente lo que posiblemente sea una batalla que muchos llevamos a cuestas. Cuando salgas de verla, no olvides llamar a papá y mamá, qué menos.
Sobre Connell y Marianne (Normal people), tampoco saldrás ileso, pero tiene muchas más matices que una serie dramática al uso. Aquí la comunicación y la complejidad de las relaciones, es el tercer protagonista de la serie (12 episodios). Qué importante es expresar nuestro sentimientos, me he sentido tan identificado…
Hay una escena en la que Connell toca por primer vez a Marianne en público, lo hace al borde de una piscina, el beso en el hombro, la mano en su cintura. Qué escena. La serie tiene un Soundtrack maravilloso (Jon Hopkins suena en el episodio 9). Sin embargo, me quedo con el track First Day at Trinity, suena maravillosamente bien, y determina así el final de una etapa muy importante entre ellos.
Quizá es un reflejo de que las relaciones una vez terminadas, maceran otros aspectos que las siguen uniendo, donde sale el arrojo de un «te echo de menos».
A toro pasado, me habría ido con ella en aquel penúltimo abrazo, aquella noche en la playa. Aquel abrazo en el que no nos hicimos tanto daño. Porque nos hemos ayudado mucho el uno al otro. No sé, otro arrojo.
Țukjäče

-No es así con otra gente. -Lo sé, creo que nos irá bien. (Normal People)
#1602 ¿Un imposible?, un imposible.
Me llegó esto de Alejandro Zambra, «dicen que eso es la felicidad: nunca sentir que sería mejor estar en otra parte, nunca sentir que sería mejor ser alguien más. Otra persona, alguien más joven, más viejo. Alguien mejor«.
No sé, pienso en esto de Begoña Huertas, «Lo que deseaba era a mantener lo que tenía. Nada más decirlo, me sentí boba porque me pareció un deseo pequeño, tonto y poco ambicioso. Ahora veo que, por el contrario, se trata de un deseo desorbitado, imposible. El deseo de que nada cambie«.
Y así lo siento, hay perdones imposibles. Deseos una vez alcanzados, a los que se vuelven imposibles volver. O incluso lo que una vez perdiste, que acabe en un mausoleo. Que hay cosas a las que ya no puedes pedir de boca, sino mantenerla cerrada.
Ya lo dijo Bono (U2) con One, «¿has venido aquí por el perdón?, ¿pedí demasiado?, más que mucho«.
Y es que la vida sigue, también sin nuestro permiso.
Solo esta brevedad, solo eso.
Țukjäče

“Como todas las marionetas, crees que eres humano. Es el sueño de toda marioneta. Ser humana”. Solaris (Steven Soderbergh, 2002)
#0702 Media vuelta
Hoy empecé el día con una noticia de mierda (dicho así, vaya), en forma de mensaje que no pides, y anónimo. Sé que ocurriría tarde o temprano, somos humanos, pero el mensaje sobraba. Con amor, siempre con amor, merece ser feliz. Echar de menos no es proporcional a nada, no es poesía. En ocasiones se vuelve algo mastodóntico, tan grande, como para que sea un paisaje. Sí, de punta a punta. En fin.
Recientemente he visto, por fin, Babylon (Damien Chazelle, 2022). Un día de esos que sales de trabajar, te metes en la cartelera y ¡zás!, allá que vas.
3 horas de película que no es para todo el mundo, sin embargo, todo un mundo de cine en ella. Una locura odisea rindiendo culto (pero con saña) al Hollywood de los años 20. Los últimos 25 min de película son… (Ve a verla, si tienes oportunidad, en un cine).
La película es redonda, pero hay una conversación entre Elinor (Jean Smart) y Jack (Brad Pitt) que es tremenda, y que traduzco aquí las palabras de Elinor.
«Cada persona, en cada película filmada este año, estará muerta. Y un día, todas esas películas fueron arrancadas de las paredes, todos sus fantasmas cenarán juntos y se aventurarán juntos, llevarán a la jungla la guerra juntos. Un escalofrío nacido en 50 años tropezará con tu imagen parpadeando en una pantalla y sentirá, te conoce como un amigo, aunque hayas respirado por última vez antes de llegar tan lejos«.
Mis chicas hace muy poco cumplieron 12 maravillosos años, me acerco peligrosamente y a gran velocidad a la edad que tenía papá cuando se tuvo que marchar. Cada vez estoy menos seguro de nada que no pueda controlar, y parece importarme poco.
Llevo días escuchando filarmónicas, no me refiero de manera voluntaria (bueno, un poco sí) sino de manera accidental, a modo de coincidencia, o qué sé yo. No sé qué quiere decir esto, no será un epitafio o un canto de sirena, pero lo mismo significa algo.
Últimamente solo busco ir a conciertos de esta temática, que justamente, veo también que hace una semana salió esta versión un tanto orquestada y especial de Clocks en su 20th. Maravillosos ellos, siempre. Qué ganas de volver a verlos.
Sin embargo, hoy, reconozco que no traigo muchas ganas de nada más, y se me nota. Discúlpame.
Țukjäče

«¿Cómo lo haces?, ¿romperte una y otra vez como si nada?». «Solo pienso en mi hogar». Nellie LaRoy (Babylon, 2022)
#1601 De Sevilla a Madrid.
Te escribo volviendo a casa, aún queda una hora para llegar
Acabo de ver una despedida en la estación, de lejos, me ha dado tiempo a ver todos los signos vitales que he podido sobre el lenguaje no verbal. Porque escucharlos, ha sido imposible (y más para mi).
Me desmonta ver a dos personas despedirse así. Eran ya muy mayores, él, inmóvil de cintura para abajo. Las capacidades cognitivas de él parecían bastante limitadas, también con signos de algún tipo de esclerosis o Parkinson, por el movimiento de codos y manos. Descarto el tema del Alzheimer, su mirada iba en consonancia con los movimientos de su boca. Conozco esa enfermedad de cerca, descartado.
Quizá me conmueve en gran parte por esto, los dos plenamente conscientes.
Ella se ha arrodillado como ha podido, con dificultad, se ha colocado la chaqueta en el suelo para apoyar sus rodillas. Cerca de 5min tocándose la cara, la barbilla, y las manos. Ay las manos.
Ella con las uñas pintadas de rojo, él, manos grandes y cuadradas. Una mano sobre la otra, con la izquierda recogía la de él, con la derecha, la acariciaba por encima, recogida con mucho cariño.
Le temblaba la barbilla, quizá también por la belleza de ella, una historia juntos, no lo sé. En los labios de ella se podía leer en repetidas ocasiones un «sí», su barbilla se movía con connotaciones de afirmación, afirmaba en numerosas veces.
Finalmente, ella se queda en Madrid, él, dirección a Sevilla. Ojalá un reencuentro, ojalá les de tiempo.
Ellos me han recordado unas palabras de Farid Dieck, que me vienen ahora. «Quienes murieron ayer, tenían planes para hoy. Valora un poco más tu vida, no busques solo placer. En un segundo todo cambia, dale amor y perdón antes de que se vaya, porque el tiempo va y no vuelve«.
Te dejo «El viaje«, por Ramón Bayés, que es como si hablara de ellos.
Hace frío, cuídate.
Țukjäče

«Solo quería que supieras, que habrá una parte de ti en mi siempre. Y eso te lo agradezco». HER (Spike Jonze, 2013)
#1301 Una locura, y un billete de solo ida.
Llegar a la última comida del año por KO (cómo me verían, yo qué sé), y que tus amigos recojan todos tus pedazos, los junten, y te lancen como un cohete entre fuegos artificiales hacia el nuevo año (y añadiendo un poco de sentido común, que falta me hacía). Una locura, mis amigos, mi familia, son una locura de la que me siento muy orgulloso.
Como bien dice mi amiga y periodista Irene G Punto, «tengo mi paz en Karma«.
Creo sin duda que son mi activo (y eso que no son míos, entiende eso) más valioso, no nos vemos todos con la asiduidad que nos gustaría, pero juntos, juntos somos nosotros. Y es más que suficiente. Estoy muy orgulloso de ellos, en lo que se han convertido a lo largo de tantos años. Qué suerte tengo.
Hicimos una promesa para este 2023, la vamos a cumplir. Ten siempre a buenos montadores de puzles en tu vida. Yo soy un puzle complejo, imagínate el valor que tienen.
Si después, bien creía que terminaría el año por los suelos, también es una realidad en me equivoqué con eso. Me he equivocado en tantas cosas, que han resultado ser un esfuerzo de lo que yo creía, por llevarme la contraria.
No vamos a ser eternos todo el tiempo, hay ciertas puertas y arcos, por los que ya no tenemos porqué pasar. Quizá, esto va de cometer nuevos errores, no de repetir los mismos. Ya está bien.
En otro orden de las cosas, el pasado fin de semana tuve una experiencia Candlelight en forma de homenaje a Hans Zimmer que me hizo muy feliz (aún me dura) en MARQ. Cuatro músicos tocaron durante 1h, doce temas del creativo y compositor Zimmer, todo a la luz de las velas, y con una acústica maravillosa. Una pasada
Un tema que apenas conocía de él, «Supersubmarine«, lo hicieron sonar de una manera increíble. Y por esto me gustan estas cosas, otras perspectivas que me dan la sensación de ver algo nuevo, sobre lo ya conocido. Aún continúan con el programa en Alicante, puedes ver su programación aquí, además de en otras ciudades donde llevan la iniciativa.
En las próximas 6 semanas, me esperan muchas cosas que necesitarán tiempo que cubrir, me hace feliz esto. Prometo seguir escribiendo por aquí en tener un hueco, pero especialmente, en tener algo que contar.
Te dejo un extracto de mi querido y admirado Krishnamurti, «La libertad es esencial para el amor; no la libertad de hacer lo que nos plazca ni de ceder abierta o secretamente a nuestras apetencias sino más bien la libertad que adviene con la comprensión«.
Y un maravilloso visual de 1min, sobre la evolución de la misma expresión visual a lo largo de toda su historia, aquí. Cuídate, por favor.
Țukjäče

«Dejar ir tu pedazo que se quedó con ellos sin duda se convierte en el andamio más delgado de la ecuación. La gente se conoce más por cómo se va que por cómo llegó». Daniel Habif
#2412 Nada que añadir, nada por quitar
Condicionamos una medida de tiempo, una amistad, sea cual fuere sobre una relación.
Es una frivolidad que alguien tenga que prestarse a ciertas condiciones para poder ser uno mismo, contigo. Una aprobación, una señal, o simplemente esperar a que llegue una condición que poder cubrir para llegar. Llegar a alguien, de verdad, qué cosas.
Te quedas o te vas, pero no te estés yendo.
Hoy, justamente, me regalaron el último libro de Alejandra G.Remón llamado «Anatomía de las emociones», me encantaría compartirte un texto que figura en la pag.63 del mismo, llamado Coincidentes. Me ha encantado, por la brevedad del ejercicio y sus matices.
Yo sé que tú y que yo jugamos un poco a aquello del paralelismo. Que somos coincidentes en algunos vértices aún con distintos ángulos. Que compartimos las mismas visiones, con diferente mirada. Que nos comprendemos incluso en aquellos puntos en los que resulta extraño llegar a entenderse. (Y mira que a veces lo complico).
Sé que tú y que yo. Que nosotros. Así. Parece que sí. No me hagas creer, que no.
Con este texto de Alejandra, y justo pensando en la anatomía de una condición, me viene a la cabeza esto, la no aceptación. Ya tenemos encima unas fechas complicadas justo para eso, como para ir por la vida con condiciones. Imagínate todo un año así.
Acércate, como dice André Tanneberger en Believe in me, y dile, «últimamente escuché que lo estás haciendo bien«.
Te mando un abrazo por si lo necesitas, quién sabe, si te da por hacer lo mismo. Imagínate. Sería maravilloso.
Hasta el próximo año, suena lejos, quizá es así. Cuídate (y cuida) mucho. Feliz Navidad
Țukjäče

Qué vida esta, echando de menos intermitentemente, a cada rato, y siempre de golpe.
#0712 Lo que nos conmueva (o llovernos)
Siempre pensé que una conmoción era una alteración del cerebro ocasionado por algo negativo que llega a tu vida, algo que te sacude de mala manera, un rayo que te parte en dos, quizá.
Pero no, al menos, desde que leí hace unos años, El libro del TAO
Tao Te Ching (de Lao Tse, también llamado Lao Tzu) es un libro mayoritariamente escrito en prosa, algo jodido de leer, pero maravilloso una vez te encuentras en él.
De ahí, a cuando me preguntaste, ¿cuándo fue la última vez que te conmocionaste?. Puf, a mi me conmueven tantas cosas, aunque me lleven a la nostalgia (peligrosa ella), no me importa.
Hace unos días, Google (qué jodido es, a veces), me recordó que hacía un año estaba en Arcos de las Salinas con Elena (qué suerte he tenido). Por si no lo sabías, es una de las reservas Starlight que tenemos en España. Me conmueve todo lo que me hace sentir vivo (o que he vivido). Esta es la verdadera enseñanza de Lao Tse, y que intento seguir.
Me entristece ver cosas que me recuerdan a tía Angelita, pero me conmueve saber que la he vivido, que he disfrutado de muchos días con ella, hasta que se tuvo que marchar. Lo mismo me ocurre con amigos que ya no están, con papá (ay papá). Aprendes a que no hay tantos motivos que te lleven a un atolladero, hay que conmoverse, tenemos que hacerlo.
Y aprovechando tu pregunta, señor Pathfinder (y que sé que lees esto). Sigo haciéndolo como me pediste, en petit comité, fuera de los mausoleos del mundo, solo con quien puedo tocar y reír. Siento ponértelo tan difícil a veces, pero te hago caso en otras, aunque me cueste.
Ya te dije que las navidades no empiezan, hasta que no escuchas a George cantar I keep my distance, but you still catch my eye. Tell me baby, do you recognize me?. Apúntalo.
La empresa nos ha propuesto dejar en el árbol navideño (naranja, por supuesto) un deseo para el 2023 en forma de post-it y de manera anónima (Marketing, estos chicos siempre tan atentos, cómo les gusta la fiesta). No se me ocurrió otra, no pasaron otras; para este 2023, que la vida te siga conmoviendo.
Cuídate.
Țukjäče

«No se vaya que ahora viene lo mejor, después me puede seguir tomando de boludo todo el tiempo que quiera». El secreto de sus ojos.
#2711 La (no) resistencia
No soy la resistencia (es una certeza), de hecho, he dejado de resistirme a muchas cosas, a echarte de menos, a sentirme mal por hacerlo. Porque tengo la certeza de que seguiré haciéndolo, es de locos (y de tontos) negar algo tan evidente. No digo de acostumbrarme, pero voy a dejar que eso viva en mí, hasta que eclosione o qué sé yo.
Dejar que ciertas emociones vivan su ciclo, no digo de alimentarlas, digo de dejarlas ser, ya sabes, sin resistirse. Quizá ya no importe, pero pude hacerlo mejor, ya que estamos con las certezas…
Pude haber sido un mejor compañero de viaje, esto es así. Me faltó resolver, me faltó cerrar viejas heridas, me faltó querer un poco mejor (que no más). Me faltó prestarte más atención, «es basiquísimo», como dirías.
Yo, que siempre soy de vivir tanto el presente (y de cabrear a los demás por ello), no hay cojones a hacer planes a largo plazo conmigo. Y sé que es un problema, lo sé, de verdad. A mí, que me encanta estudiar el comportamiento humano, qué poca introspección tengo..
Y hablando de introspección, leí un escrito de Patricia Benito, que me gustó mucho, dice así;
«Me apasiona la gente. La necesito casi tanto como la evito. Me encanta observar a las personas, analizar por qué hacen lo que hacen, cómo se comportan cuando se sienten heridas, felices, en peligro. Cómo se resuelven cuando tienen miedo: al fracaso, al amor, a la muerte. Cómo quieren y dejan de querer.
Me apasiona la gente, aunque casi nunca la termino de entender.»
Estoy trabajando en ser un buen sitio para quedarse, empezando por mí. No puedo dormirme en esto, el tiempo apremia.
No hace mucho volvía a ver a Roy Mcbride, y recordé su decálogo, cuando consiguió arrojar luz sobre sus viejos fantasmas. «No sé qué futuro me espera, pero no me preocupa. Confiaré en la gente más allegada a mí, y compartiré sus cargas igual que ellos comparten las mías. Pienso vivir y pienso amar».
No sé si todo esto que escribo aquí, alguien lo leerá algún día. Todo el mundo tan inmerso en las RRSS, que ya no hay mundo fuera de ellas. También es cierto que, lo escribo para mí. Sin embargo, si esto puede servirle a alguien de algo, bienvenido es.
Antes de irme, te dejo una performing de Jon Hopkins, que hizo hace unos años para KCRW, aquí.
Cuídate mucho.
Țukjäče

Cómo decir «no lo sé» cuando no lo sabes.
#1811 La literalidad de las personas (y su tiempo)
Dos de las últimas películas que he visto, «Despidiendo a Yang» y «Armaggeddon Time» me han llevado a pensar en la literalidad de las personas y el tiempo que disponen para manifestarse, llegar a tu vida por alguna razón o simplemente ser, que eso, ya es un logro.
Me viene papá, me llegan mis abuelos, Angelita, amigos, todos a los que, recorra los kilómetros que recorra, no llegaré a ellos. Ya están fuera de mi alcance, los tengo a una vuelta del corazón, pero seamos realistas, les quedaron muchas cosas por enseñarme, por aprender de ellos.
Estas palabras que Irving deja caer en Armaggeddon Time, en relación a un poema de Rilke (poeta alemán). «Una persona no es lo que oíste en la última conversación que tuviste con ella, es lo que ha sido a través de toda la relación«.
No sé tú, piénsalo. No seas muy optimista, pensando que tienes todo el tiempo del mundo (porque no lo tienes, te lo aseguro). Envía una postal, pide perdón, incluso abraza si no te lo dan, no le niegues la gracia a nadie. No sabemos hasta cuándo.
Tengo que marcharme, no me queda mucho tiempo. No sin antes dejarte un mix de As It was & Take on Me que me flipa. No es oficial, claro. 4min, no más. Cuídate.
Țukjäče

Yang dejó una bonita lección de vida en su corto paso.
#1211 Un Frappelatte
Qué intensidad de viaje, no esperaba para nada esto. Ya volviendo, estoy pensando..
He visto a un señor de una edad entre 40-50 años leyendo «Kafka en la orilla» en el asiento 23A, parece que acaba de empezarlo. Y suponiendo que lo está leyendo por primera vez, qué suerte tiene. Me llama la atención, le falta el dedo meñique en la misma mano que utiliza para sujetar el libro. Qué tipo más interesante.
Volver a ver a viejos amigos me ha llenado, me ha venido genial. Pienso que en gran parte es, porque he visto a nuevas personas en viejos amigos, y eso me hace feliz.
He vuelto a conducir una moto (gracias Rideon), hacía mucho que no cogía una. Me ha recordado lo que me gusta la velocidad con ellas, y la sensación de libertad que me proporcionan dos ruedas. Qué peligro tengo…
He llorado (me he venido abajo) al llegar a lo alto del Montjuïc, me habría encantado enseñárselo, joder.
Sé que hay personas con las que no voy a poder platicar más. Me apena el vacío, ese todo o nada, pero tengo que aceptarlo, ya no tengo sitio. Estoy en ese momento en el que me importan lo más mínimo todas esas puertas que dicen abrirse cuando otras se cierran, de verdad, qué más da.
La literalidad del tiempo y las transformaciones, después de todo, nadie se encuentra dos veces a la misma persona. Porque cuando se vuelven a encontrar, ni una ni otra, son las mismas.
Me he despedido (sin saberlo) de un amigo que está en el ocaso de su vida, se está despidiendo de ella. Ahora sé que no volveremos a vernos, sin embargo, nos hemos despedido, y eso me ha dado mucha paz.
Qué vida más puta a veces, por favor…
No rechaces a nadie por agradar a otros, es el mayor de los desahucios, una condición humana desdeñable. Hacer el vacío, es un camino que una vez recorres, no puedes volver atrás. Acuérdate, hay jarrones que una vez añicos, no puedes volver a juntar.
Intenta (por favor) que las acciones de los demás, no alteren tus principios. Y si no los tienes, no los imites. Sé tú, no más
Tengo que reconocer, que me está costando esta nueva normalidad, que sigo a la sombra de la duda. No quiero más vacíos, no los quiero. Siento escribir esto, no quiero más desahucios. No quiero volver a sentir portazos en las casas que he cuidado lo mejor que sé. Ya no. Quizá por estas cosas, encuentro la razón sobre el porqué me ha costado siempre entrar en ellas.
¿Te he dicho ya que vamos con retraso?.
Se me ha antojado un Frappelatte, ya sé dónde ir en bajar del tren.
He pensado que, antes de volver a casa, voy a pasar antes a ver a mamá, tengo un imán nuevo para su nevera. Y un beso.
Țukjäče
Suena «O» de Coldplay

Qué curioso, venir de viaje, y acordarse de otro diferente.