Qué-da-te

Quédate con quien no sabe.
Que no sabe que te quiere,
que no sabe que te hace reír,
que no sabe que te sueña.
Que parece que no sabe,
pero sabes que lo hace.
©Eloy Cánovas

Quédate con quien no sabe.
Que no sabe que te quiere,
que no sabe que te hace reír,
que no sabe que te sueña.
Que parece que no sabe,
pero sabes que lo hace.
©Eloy Cánovas

Que no se te pase hablar de sueño sin pensar en dormite.
Que lo prometido no es deuda, es neura; cumplelo.
Que el amor sin amor, el café sin cafeína, el postre sin dulce y así, la vida va muy amarga.
Que la mayor locura que puede hacerse por amor es salir ileso.
Que en ningún sitio estarás mejor que «esperando a que se me pase».
Que disfrutar de los pequeños detalles es lo de más.
Que la constancia sirve para algo más que mantenerte ocupado.
Que no olvides dedicarle más vida al tiempo.
Que quedarte al margen es un truco de belleza infalible.
Que hacer las cosas en su justa medida lo hace todo más mediocre.
Que cuanto menos sepan de ti, más sabrás de los demás.
Vamos, que no es por arruinarte el final, pero todo va a salir bien.
©Eloy Cánovas

A la tristeza no se la adereza,
se come cruda y al punto de sal.
Cuenta conmigo si te sobra un cubierto,
o dos, o ninguno.
Pero cuenta, que te oiga, que te quiero.
©Eloy Cánovas
A la vida hay que sacarle los dientes;
unas veces para sonreír
otras para morder
y casi siempre para comerte el mundo.
No hay mayor escultura que la que dibujan tus labios cuando ríes, ni mejor escultor que tu propia felicidad.
©Eloy Cánovas
Yo una vez tuve una, de madera…
Me la arrancaron en un sueño dulce
así, sin avisar.
«Fue bonito mientras duró» dijo…
Joder, me dejo cojo (y jodido).
Y así anduve, con una astilla clavada en el muñón.
No sé quién tendrá mi antigua pata de madera,
no sé quién andará con una pata astillada,
pero duele y mucho…
Hoy tengo una pata nueva,
esta vez no es de madera, sino de flores.
Si la pierdo, al menos dejará un rastro,
un rastro de flores marchitas
y no una dolorosa cojera.
©Eloy Cánovas
(Fotografía: Iván Noble)
Hoy el mundo te recuerda.
Dicen que es tu día, qué extraño…
Te fuiste pronto, muy pronto.
Empezábamos a conocernos, y aún sin que estés
ya te conozco de toda la vida.
Pero tengo nostalgia,
te fuiste cuando lo mejor estaba por llegar,
sin ver mis ojos al verlas a ellas,
sin ver los de ellas cada vez que les hablo de ti.
¿Pero sabes qué?.
Ellas ya te conocen de toda la vida,
y yo a la vida la conozco contigo.
Dicen que no tengo remedio, es verdad.
Solo sé que quiero irme tarde
para no volverme pronto.
Esto es demasiado bonito, demasiado bello.
Y esto, me lo has enseñado tú.
Gracias papá.
©Eloy Cánovas
Cómo es la vida.
Llega ella, así, sin permiso
y nos tira la casa…
Para darnos cuenta que sus cimientos estaban podridos. …
Podridos del peso de los días,
podridos de nuestras costumbres,
de nuestras creencias.
Alguno diría «qué vida más puta».
Yo digo, «afortunadamente».
Si hubieron calambres..
Si hubieron silencios acomodados..
Si arrugasteis sábanas..
Si bailabais en la cocina mientras subía el café
Si llegábais tarde para encontraros pronto..
Si arañabais el tiempo (y el sueño) por los dos..
Si perdísteis por no perderos..
Si derramasteis lágrimas de impotencia..
Si os echábais de menos (y después de más)..
Si supisteis que cualquier tiempo pasado fue mejor..
Si dejasteis de sentir donde antes hubieron mariposas..
Simplemente dí que alguien presumía tener unas alas
muy muy de puta madre
pero muy muy poquitas ganas de echar a volar.
Un/a «ex» nunca es un error, es para toda la vida.
(Fotografía: "El sexo de la risa" de IreneX)