#3110 «Si puedes, incorpórala»

Nadie puede negar que relativizar, te saca de escollos. Creo que si no convence el ejercicio, quizá falte (más) ejercicio. Recuerdo hoy el buen rollismo de Love Generation (Bob Synclar) mientras conduzco, está más que demostrado que la música ayuda en esto. ¿Sabes cuál es la etimología de relativizar?, dice así, «si puedes, incorpórala».

Me recuerda a algo que leí a razón del «sobrepensamiento». Tú dices sobrepensar, mientras Virgilio escribió «tum vero in curas animo diducitur omnis» (se desgarra entonces su alma en toda clase de preocupaciones), cómo estaría su cabeza, tremendo. Añado una referencia que aparece en el libro «Verbolario» de Rodrigo Cortés, que dice así sobre la definición de Ángel, «Persona que deja el animal atrás«.

Entre tanto sabotaje, que si no te boicoteas tú, ya llegarán otros. Siempre arroja luz meter en el horno algo de relatividad, cubierta por una generosa capa de queso. La dosis exacta de perversión y corazón, vaya.

Trabajar en uno mismo es más que una inversión, la solidaridad es un valor indiscutible. Hacerlo también para ti, hará que partes de tu vida puedan llegar a ser públicas, y aunque no quieras, habrá juicio sobre esto, ya lo sabes. Ante la imperiosa necesidad de que dejen de importarnos ciertos asuntos, nos encontramos.

Tengo que marcharme. Cuídate, lo estás haciendo bien.

Quizá tengas algo que ver en la felicidad de otra persona.

#2810 De vínculo en vínculo.

«Los vínculos superficiales que se dan en la vida de soltero -idealizada por la gente- son increíblemente aburridos«, leer esto en un Fórum, respaldado por catedráticos de la salud mental, te hace masa.

Es extraña la sensación de entablar una amistad sin la conciencia de que exista un futuro. Alguien preguntó sobre la posibilidad de regalar una entrada para un concierto a un chico que lleva meses conociendo y que éste pudiera espantarse. Dime si no es para preocuparse si caminamos por vínculos así, como si fuera el tendido eléctrico de una casa, donde saltan los plomos si enchufas dos electrodomésticos a la vez. Vamos va.

Nos preguntamos sobre la razón que nos lleva a encerrarnos en nosotros mismos, sobre la levedad del ser, sobre hasta cuándo, sobre la dimensión de nuestros miedos. Está claro que yo no soy un ejemplo de nada, llevo más corazas encima que Bruce Wayne en su adolescencia. Venga, mis amigos me dicen que así es imposible, y tienen razón. Pero si me invitas a un concierto, sea cual sea nuestro vínculo, te lo acepto. ¿Sabes?, nada superficial viene de alguien con la iniciativa de llevarte en canciones, nada.

Si supiéramos la historia de todos, nos querríamos un poco más. Desde el principio hasta hoy, lo que nos sucedió, por qué somos quienes somos y en lo que nos hemos convertido. Para así no tener que darle la razón a Sabines cuando dijo -Me gustas porque eres diferente al resto. -Y por esa misma razón, terminarás odiándome.

Estos días se ha puesto «de moda» un texto de Sabines. Digo de moda, porque como la gente no lee (o hace como que lee) parece que han descubierto ahora a un escritor único, si Jaime levantara la cabeza. Vamos, me voy a poner ñoño, pero creo que esta poesía describe vínculos poderosos. Ojalá la sociedad lo lea no sólo como un vínculo sexual (hipersexualizados es poco), esto podrías decírselo también a tus padres, si aún tienes la suerte de tenerlos.

«¿Sabes cómo sé que te amo?. Porque me gusta que sepas dónde estoy, no por obligación, sino porque tienes derecho a saber a dónde te llevo, cuando no te llevo de la mano«.

Dejemos de creer en el personaje, vayamos a la persona.

#2610 Per aspera ad astra.

Unos alumnos me han regalado una agenda 2024/2025, relacionada con el firmamento, cómo no. Han tenido la genial idea de incluir a mano mensajes en diferentes días. Qué majos, son un grupo muy joven, creativos, unos ejemplos. Pese a haber fallado a dos clases porque me fue imposible asistir, delegándolo a otro compañero, me lo han perdonado. Dimos juntos el resto del curso y eso fue un regalo. La agenda y el concepto que ellos crearon es muy original, lo digo por si te sirve la idea.

En otro orden de las cosas, he visto «La sustancia«, la ya famosa película de Coralie Fargeat

Qué maravillosa locura, el mensaje social que nos deja es cuanto menos, dantesco. Las interpretaciones, la (fabulosa) fotografía, todo, absolutamente todo. Sin hacer spoilers, sólo recomiendo verla, aún ante sus últimos 40 min de película, que son una vorágine de TODO. Me ha recordado a uno de mis capítulos preferidos de la serie británica Black Mirror, si no recuerdo mal, se llama «caída en picado«. ¿Lo has visto?.

Amo el cine también por estas cosas, su repercusión social, actúa irremediablemente. Sea cual sea la historia y su público.

El lenguaje de las conversaciones que recuerdo con mayor nitidez, no era verbal.

#2610 El castigo.

Recién llegado a Alicante, recibo la noticia de que una adolescente del mismo centro educativo, decidió la semana pasada poner fin a un castigo que no merecía (y a su vida). Ya sabes que muchos adolescentes deciden este final, porque además de que no tienen las herramientas para cambiarlo, la vida los aplasta. Esta sociedad aplasta a cualquiera que no tenga un pretexto para seguir.

Este caso me ha llegado especialmente, no sólo porque mis chicas son ya adolescentes, también por la historia que hay detrás. Ella decidió terminar una relación de un año con un chico, lo haría de la mejor manera posible, quizá la única que sabía. Vete a saber qué más motivos pueden llegar a esto, sean cuales sean, son humanos.

Su ya entonces expareja, junto al círculo de amigos que compartían, decidieron dejarla de lado. No suficiente con eso, llega el cruel vacío digital (bloqueos, Whasapp, Instagram ect) y lo que parece ser una «campaña» denigratoria a la persona. Quizá se juntaron los dos extremos, ella elegiría el camino de la paz (sin defensa alguna, con toda la culpa, no molestando), él lo haría por el lado del rencor, despecho y odio (que también es una emoción entendible) junto a sus adeptos. ¿El resultado?, un final que ninguna de las dos partes hubiera elegido, ninguna. No tengo más detalles, no los quiero, me puedo hacer una idea.

Poco se habla de esto, «porque ya no quiero esto en mi vida» es un argumento más que suficiente. Poco se habla de la lapidación que se sufre cuando elijes este camino. Maldita sea, era sólo una adolescente, con toda una vida por delante. ¿Qué te hace pensar que cuando alguien decide terminar una relación, lo hace desde la absoluta seguridad?, qué equivocados estamos. Después de una decisión así, pueden llegar semanas, meses, años de absolutos pensamientos intrusivos. Dudas de que si el paso que diste, era el correcto. A veces, nadie tiene más carga en la relación que esta persona, pero eso no aparece en las películas. Nuestro foco siempre se va hacia el otro lado, sólo confiamos en una, como siempre, posicionándonos. Porque como sociedad, no sabemos hacer otra cosas que posicionarnos. Así, como si todo fuera tan sencillo, elegimos a los buenos y a los malos, cerramos campaña y ya. Un horror. Al final perdemos todos, todos.

Pienso en la familia, en los adolescentes que quedaron en esta historia, en la carga (que tarde o temprano) quedará en todos ellos. Nuestra lápida es que nos quedamos con los finales, quizá ella sólo quería quedarse con el recuerdo bonito y lo que sustentó la relación que durante un año tuvieron. Y por supuesto, seguir con su vida. Y no la dejaron, no la dejaron con su duda, no la dejaron existir.

#2909 El incrementalismo.

El mundo de lo superlativo es tan curioso, si lo abordas como un experimento social, es revelador.

  • Si dices que estás bien, sólo bien, pero no genial o muy bien, tiene connotaciones
  • Si respondes mensajes sin emoticonos, sin descripciones (jajaja), tiene connotaciones.
  • Seas lo que seas, si no lo eres siempre, tiene connotaciones.

Si no estás respondiendo a estímulos todo el tiempo, te sales del margen. Recapitulando, como las tortillas, ninguna es la definitiva. Eso sí, todas expuestas a juicio. He visto un nuevo grafiti en el acceso a Gran Vía dirección norte que me ha recordado a esto mientras escribo, dice así, «Sois muy pesados«. Me encanta.

No importa cuántas veces te encuentres en el cajónsiempre podrás salir de él, no a cualquier precio, eso sí.

Esta semana he visto videos de Cyndi Lauper cantando en Rock in Rio con 71 años, increíble, una señora que se resiste en abandonar registros, los transforma. Escuchar la nueva canción de The Cure, Alone, una maravilla de 7 minutos, que bien los primeros 3 encajarían mientras arrugas sábanas. Pasando al segundo acto como una declaración poética con «this is the end of every song we sing alone«. Sexo&poesía, qué más quieres. Aunque Robert Smith & Cia no la escribieran con esa perspectiva

Nada muere, ¿verdad?. Y nosotros ahí, dándolo una y otra vez por muerto. Qué fácil es resistirse, a nada que hagas del revés.

«Hacer lo que diga el consejo es una cosa, decidir cómo hacerla es otra». Anakin Skywalker

#1209 El pensamiento crítico sobre una fruta mordida.

Hace unas semanas leí que en pleno Siglo XVIII, con la revolución francesa en auge, llamaban al pensamiento crítico, «la fruta prohibida«. Sólo era un lujo (o manjar) para unos pocos, especialmente para personas con poder. Esto me llamó mucho la atención, no por el hecho en sí, sino por todas las similitudes que encuentro con la actualidad. Sé que somos historia, cultura y emoción.

Desde hace un tiempo atrás, reconozco que pongo foco (donde antes no) en caracteres históricos, para poder entender este complicado presente lleno de prejuicios. Especialmente para entender que «la fruta prohibida«, sigue siendo esa mordida tan mal vista y letal. Sí, el pensamiento crítico.

¿Sabes dónde está el pensamiento crítico?, en las conversaciones incómodas de pareja, en las reuniones de trabajo, en los encuentros familiares, o en las quedadas con amigos. ¿El resultado?, en el vacío que hace tu pareja después, en la discriminación laboral cuando no dices lo que quieren escuchar, en la etiqueta que coloca la familia sobre ti o incluso en el vacío social de los amigos.

La fruta prohibida que podemos llegar a ser sólo con el hecho de ser nosotros mismos, no hace falta más, suficiente para que nos «cuelguen» la etiqueta. Y si hace un tiempo mencioné a héroes sin capa, son precisamente a los que cuestionan lo establecido. La fruta prohibida merece ser mordida hasta el hueso, y a los mordedores, escuchados sin tanto contexto.

Muerde corazón, muerde. La alternativa a esto es muy cara.

«Sé que las cosas pueden incluso empeorar, pero también sé que es posible intervenir para mejorarlas». Paulo Freire

#0909 Un exfoliante para la posteridad.

Uno vuelve de vacaciones con la cámara llena de fotos, una contractura en el pie derecho (¡estoy bien!) y con la sensación plena de haber disfrutado de la vida contemplativa con mi familia y amigos. No quiero cambiar esto, ni quiero a nadie que intente hacerme sentir que este no es el camino. Estoy mejor así, ya me hice a la idea.

Me encuentro con que los hermanos Gallagher, Oasis, vuelven a los escenarios (dos hermanos coñazo y malotes del britpop, que compusieron algunos temazos a finales de los 90). Con unos amigos en plena crisis de separación con sus exparejas (joder con el verano), «me ha bloqueado en Instagram, no lo entiendo» dice, qué lástima. Sólo se me ocurrió un «y no lo entenderás, es pronto para eso aún. Eso si, respeta el contacto cero que te han puesto, no seas miserable«. Las redes sociales, como siempre, sacando lo peor y lo ¿mejor? de la gente. Todos encontramos contradicciones allí.

Ah!, esta sí es buena, la vuelta de los californianos Linkin Park, y la poderosa voz de Emily Armstrong. Qué movimiento más inteligente de la banda, una buena voz femenina que no viene a suplir a una leyenda como Chester Bennington, sino a comenzar otro ciclo.

No voy a dar la turra ahora, otro día, con más tiempo y contexto. Sólo decir que uno ve en todos lados el «cambio de ciclo», el mes de septiembre siempre es propicio, no sé por qué, debe ser algo cultural. A todos los que empezamos un nuevo trabajo o labor, a los que nos encontramos habiendo cerrado una relación (esto también es cultural), a los que cambiamos de ciudad, a los que ya echamos de menos… Es cuestión de tiempo que nos sintamos como Superman en Mad Scientist (1941), ¿recuerdas?, todo en contra, luchando contra un poderoso rayo, tan demoledor como la nostalgia.

Pasará, de verdad, pasará. No rompas nada a tu paso de lo que puedas arrepentirte después, sólo espera. Y es que quizá, para skincare, echarse a un lado sin que se note. El mundo debería ser de ellos.

Țukjäče

«Creo en las segundas oportunidades, creo en la redención, pero, sobre todo, creo en mis amigos». El hombre de acero

#1907 Ni un color a solas. (BONUS)

Haciendo camino, Google Fotos me ha notificado con un aviso sobre los recuerdos («Mira, hace 1,2,3… años»). Me he parado a mirarlos con detenimiento, qué selección tan bonita. Una maravilla, todos tan guapos, todas y cada una de las personas que salen en él, con las que he compartido tantas cosas. Las que siguen en el camino, las que es posible que no vuela a ver, otras con la certeza de que no, así como también con la levedad al echar de menos. Sólo quiero que sepan que tuve (y tengo) mucha suerte, que son un regalo, pase el tiempo que pase, estemos donde estemos.

Que en todos estos años vividos, lo hicimos lo mejor que supimos hacer, ¡todo está bien!. Desde el lugar que me corresponde, para mi, sois un orgullo. La literalidad del tiempo son unas gafas mal graduadas, un animal mitológico. Per aspera ad astra.

Țukjäče

#1907 Ni un color a solas.

«Qué puta tortura hablar por chat con la gente. Primero deberíamos enamorarnos y tal vez así después podría soportar responder mensajes, pero lo estamos haciendo todo al revés.» Leí esto hace unos días, otra prueba más que responde a esta relación tan complicada que tengo con el teléfono. Necesito que algo sea verdad (dícese una mirada), lo he matizado cientos de veces. El exceso de virtualidad me deja tirado en una cuneta, y cada vez más. No aguanto el paso del tiempo, me apago como una vela en mitad de un vendaval de notificaciones. Ojo, soy consciente que soy de las pocas personas a las que le pasa, no culpo a nadie, lo asumo. Y también soy consciente de que la sociedad me hace ver a su juicio, que es una fragilidad mía, adquirida. Lo entiendo, de verdad.

Cuando Massive Attack tocó en Bilbao BBK Live, una auténtica virguería musical a 13 graditos maravillosos, mostró una versión de Mezzanine espectacular (y muy chill-trance)

Why don´t ypu close your eyes and reinvent me (¿Por qué no cierras los ojos y me reinventas?) / You knew you had a heart made of stone (Sabías que tenías un corazón hecho de piedra) / You should have let me know (deberías habérmelo dicho) / You could have let me know (Podrías habérmelo dicho).

¿Quién reinventa hoy en día sus creencias?, nadie, radicalizados por demás. Nos estamos fundiendo el cerebro a pasos agigantados, sin tonalidades de colores ni tan siquiera grises. Blanco o negro, no hay más.

Cuando veo a dos niños que aún no se exigen demasiado, recuerdo a lo mucho que me costó moverme silenciado. Pero dime una cosa, y aquí no puedes engañar a nadie; sabes con quién puedes volver a ser tú o nunca haber dejado de serlo, por mucho tiempo que pase. ¿Verdad?. Esos vínculos cuídalos, no necesitan que le mandes mensajes todos los días, ni mucho menos bloquearlos o hacerles vacíos porque no los recibes tú.

Quien me conoce, sabe lo que me gusta estar en un lugar, y que (casi) nadie sepa dónde estoy. A lo mejor las sábanas bajeras no quieren ser dobladas, y nosotros nos empeñamos en que sí. Si alguna vez te has sentido verdaderamente libre con alguien (ojo con el concepto de libertad), lo entenderás. Yo tuve esa suerte hace ya tiempo, sé lo que fue, así que, no seas gil*p*ll*s y despierta. Esas conexiones rara vez se repiten, ni tan siquiera en la misma persona. Sé responsable, nada más.

¿Sabes?, he encontrado una incongruencia bastante grande. Voy a limpiar la casa a fondo antes de marcharme de vacaciones, para dejársela a mis fantasmas, que sé que les gusta el olor a Cristasol y soledad.

Enrique Rojas dice «La felicidad no depende de la realidad, sino de la interpretación de la realidad que uno hace«. Soy feliz, este verano promete ser dulce. Cuídate mucho, quizá nos leamos a la vuelta. Si se da, prometo hablar de estoicismo, un héroe sin capa, y una fruta prohibida (ñam). Estoy leyendo un libro maravilloso, ya te contaré.

Țukjäče

«Me gusta tu compañía, puedo ser». Perfect Days (Wim Wenders, 2023)

#2005 Qué pasada, la vida adulta.

«Existo como soy, eso es suficiente, si ningún otro en el mundo se da cuenta, me siento contento, y si todos y cada uno se dan cuenta, me siento contento«.

Después de muchos años, estoy volviendo a leer a Walt Whitman. Empecé con él cuando tenía no más de 20 años, era como un «puff, menudo viaje de psicotrópicos se pegaba este tio«, quizá que Walt fuera enfermero, tuviera algunas facilidades para eso, no sé. Su poesía densa e inexacta se hacía difícil, sólo para lecturas breves o muy breves. Desde aquellos años, no conservo ningún libro de él, vete a saber qué hice con ellos. Es curioso, estos días, y más de 20 años después, lo encuentro bastante cuerdo dentro de su desorden. Ya sabemos quién está perdiendo la cabeza entonces.

Su reflexión me ha llevado a cuando me hackearon la cuenta de Instagram, alguien (o algo) me quitó todos los permisos y credenciales por los que acceder a ella. La recuperé semanas más tarde y no por mí, no le puse ninguna voluntad, sino por gente muy maja que tengo a mi alrededor, que (la verdad) se preocuparon más que yo, ocupándose de todo. Bajé los brazos a los pocos días de que ocurriera con el pensamiento, «déjalo, que le den a Instagram«. Al final incluso llegué a fantasear con que me estaban haciendo un favor, o como diría Walt «me descubro al borde de un error habitual«.

Estas cosas no nos definen, no nos sostienen. Incluso una idea o atisbo, puede equivocarse. Quién sabe, qué sé yo.

Me vino el recuerdo de cuando me preguntaron qué era lo más bonito que me habían dicho en referencia a cumplir años, siempre fue una carta de presentación que nunca utilicé, porque si crees, no me deja en buen lugar. Qué bonito y qué risas; «Te queremos, aunque seas Géminis«.

¿Conoces a «Dominga habla sola«?, ilustraciones en forma de viñetas sobre las vivencias de una señora (muy lúcida ella), fiel afirmante de que si reducimos el chocolate con alguna dieta, es la equivalencia entonces a reducir las ganas de vivir. Búscala en tus redes sociales, es buenísima.

Țukjäče

«Somos reemplazables, pero irrepetibles» Robot Dreams

#1204 It´s not here anymore (As it was)

Muchos de nosotros no sabemos cómo gestionar ciertas cosas correctamente, como la bandeja de correo spam, la incertidumbre, el síndrome post-vacacional, los «todos los hombres son iguales«, un yogur caducado de ayer, las tildes, la presbicia, las próximas veces, los grados de calor de las vitrocerámicas, la masculinidad, el orgullo, la carcinogénesis, el cine de Nolan y Miyazaki, los domingos, los días de viento en Fuerteventura, la soledad elegida, la web de Renfe, el carácter ajeno, la tortilla líquida de Madrid, la discriminación y vacío social digital, las caricias de después, las etiquetas, los mensajes anónimos e irracionales de vete a saber quién, el frappelatte casero, o el beso entre Kylo Ren y Rey. Y por supuesto, la sazón.

¿Y sabes qué?, qué más dará. Échate unas risas, que la vida se nos va.

Esta vez no sé hasta cuándo será. Cuídate mucho.

Țukjäče

«Haría cualquier cosa por amor, pero no haré eso» Pink Floyd

#1903 Nadie vio venir.

Jugando con unos amigos a un juego muy divertido (y que no conocía) llamado «Nadie vio venir», donde el único requisito era jugar con una honestidad importante, aquí todos éramos jueces que no críticos. Y que junto con cervezas y risas, se te pasan las horas..

Nadie vio venir una pandemia mundial, es más, nadie vio venir que nos hiciéramos tanta falta.

Nadie vio venir el solo de guitarra que se marca Brian May en I want to break free, hasta que llegó vestido de mujer.

Nadie vio venir cómo entré en aquel pozo en 2023, hasta que decidí ponerme en marcha y pedir ayuda. Después de dos años maravillosos, por lo visto pisé una baldosa sin resolver ni gestionar, y al abismo de Helm particular que fui.

Nadie vio venir que el tema Hermana Tierra de La Unión sonara tan descaradamente a Coldplay. Y no pasa nada.

Nadie vio venir que desde aquel 2019, los Cánovas formáramos poco a poco el equipazo que somos hoy. Ser una familia monoparental no es fácil.

Nadie vio venir que se puedan volver a escuchar viejas playlist, volver sobre aquellos lugares donde amaste la vida o simplemente volver a probar la tarta de queso.

Nadie vio venir que Cillian Murphy nos representara tanto a los que ya tenemos una pila social limitada, el lenguaje corporal, cómo nos define.

Nadie ve venir nada, y aún así, la vida es maravillosa.

Țukjäče

«Ha demostrado que puede gobernarse a sí mismo». Paul Atreides

#1403 Derechos inquebrantables, son tuyos.

Clientes insatisfechos y furiosos (no Fast & Furious, o bueno, sí). Una pareja de amigos queridos que están en el lecho de muerte matrimonial. Dos chicas preadolescentes con muchas preguntas. Y un tipo que hace esfuerzos para que no se note demasiado.

Con esto, y en este orden, he desarrollado en las últimas semanas una especie de derechos universales no constitucionales, que también podrían ser principios, vaya. Y por supuesto que, estés en la mierda o no, tienes que cumplir sí o también.

Explicaciones: Todo el mundo tiene derecho a una, de la convicción te encargas tú, pero sólo una vez, no lo intentes más veces. Aun facturando, no somos tan importantes.

El contacto cero: Si te lo piden, de la manera que sea, tú eres la última persona en el universo en romper ese trato. Te lo piden por supervivencia, y tú lo harás por amor. Todo el mundo tiene derecho a rehacer su vida sin sentir que aún existes. Desaparece, podrás soportarlo.

Los sinsentidos: No tiene por qué tener sentido o una explicación clara. Si te hace bien, es suficiente. Papá no tiene todas las respuestas.

No estar bien, y no sentirse mal por eso: El mundo de las emociones no es tan excluyente. A los coaches de la felicidad y el amor, me coméis un güevo.

Me costó terapia entender esto, no tengas prisa ahora.

En otro orden de las cosas, ¿recuerdas aquella declaración de intenciones sobre lo que somos?, dice así. «A veces toca entender que no hacemos falta. Que no somos el motor, sólo la vela. Que no somos la meta, sólo el paisaje. Que no somos la cura, sólo la venda. Que no somos el sustento, sólo la guinda del pastel«.

Y con todo esto, lo que llamamos VIDA, merece(s) realmente el derecho a vivirla.

Țukjäče

«Sólo decirte, muchas gracias, muchas veces»

#0803 ¿Demasiada visibilidad?.

¿Sabes que en unos días es la 96.ª edición de los Premios Óscar?, las quinielas están bastante claras en la mayoría de las categorías, pero a mi me encantaría ver a Celine Song subir a por una estatuilla. Hizo una de las mejores películas que pude ver en 2023, me sacó del cine totalmente superado. Lo que hizo no es nada fácil.

Disiento cada vez con más asiduidad cuándo la corriente intenta llevarme, no sé si es una etapa que me toca vivir, o si de esta prisma ya no saldré, vete a saber. Veo a cantidad de personas que están llegando hoy a la capital, y yo esperando para volver a casa. Ellos supongo que estarán haciendo lo mismo, por las ropas arrugadas casi sin suavizante ya. Nadie es profeta de su tierra, quizá no lo suficiente. Sólo están volviendo a casa, lo que todos queremos tarde o temprano. No soporto tantos días de cemento, mi pila social aquí se resiente. Tiene que haber una explicación más precisa, pero no la tengo.

He leído por Twitterland (X), lo poco que uso de RRSS. Dice, «valoramos a las personas atendiendo a nuestros parámetros, pero no son la medida de nada, atiende esto, la medida de nada» y tiene toda la razón. Llega este otro mensaje confrontando bastante esto y del que me siento en medio, «mereces estar en entornos que resalte tu ternura, no tu instinto de supervivencia». ¿Y qué hacemos con esto, qué?. Bah.

Despertar esta mañana con la noticia de que Akira Toriyama nos ha dejado, esta vez ha sido él quien ha ido a ver a Kaito. Otro que vuelve a casa, llevándose parte de nuestra adolescencia consigo. Me recuerda que a mis 15 años fantaseaba con la idea de vivir entre los aldeanos de Namek, qué cosas. 

¿Sabías que en el lenguaje de signos, «Dragon Ball» se dice haciendo el movimiento de una onda vital (Kamehameha)?, forma parte del compromiso que tiene esta cultura con en el lenguaje corporal. El lenguaje más primitivo de todos, y que a día de hoy, obtenemos tantas respuestas de las personas sin que ellas mismas sean conscientes.

No sé si alguien leerá esto alguna vez, quizá por esta razón me siento cómodo escribiendo aquí, y ya no tanto en RRSS. Estoy escuchando «Pumped Up Kicks» de Foster The People, mientras espero, me encantan.

Qué fugaces somos, qué vértigo. Espero que estés bien, que estés.

Țukjäče

«Preferiría ser un mono sin cerebro que un monstruo sin corazón»

#0303 Café solo, por favor.

¿Quién ha comprado una entrada de cine para ir hoy domingo a las 21:15pm a ver Dune part: two (dura aprox 166min) sabiendo que al día siguiente tiene que coger un tren a las 5:55am?.

Y ya puestos, recuerdas la incapacidad (total) que tienes de dormirte en un transporte público, porque tienes esa tara, la tienes. El día que me espera mañana. Este fin de semana he descansado, las reservas me las voy a fundir todas mañana, a la misma velocidad que las palomitas de esta noche. La misma.

Țukjäče

#3001 ¿Una queja?.

El «todo o nada» es la actitud que más acerca al «nada». Lo leí de Javier Salvat hace unos días.

Y creo que a muchos de nosotros, esta premisa nos ha alejado de nosotros mismos (y ya ni qué decir de los demás). En cualquier caso, antes de llegar a ese punto, hay alguien queriendo expresar sus sentimientos.

El personaje de Amy Lau en la galardonada serie BEEF (creada por Lee Sung Jin) dice esto en un momento de la serie. «Mi mamá no estaba mejor, ella pensó que hablar de sus sentimientos era lo mismo que quejarse».

¿Por qué escribo esto?, he presenciado una discusión de pareja en la mesa de al lado. Ella no ha tenido la oportunidad, le hicieron un «todo o nada».

Țukjäče

«Odio fingir que no odio las cosas» Amy Lau (BEEF, 2023)

#2801 En un jardín de mil flores.

Estos días, de vuelta, he pensado en la casualidad de haber asistido a un Fórum justamente donde mis padres pasaron la luna de miel, hace ya casi 50 años. Aranjuez. El destino, qué juguetón es.

Sus jardines, sus fuentes y su palacio. No todo es trabajo, pude hacer que formara parte de la dieta, a papá le habría encantado una escapada así, qué digo también, le habrá encantado que la hiciera. El jardín de Parterre especialmente, una pasada.

En uno de los descansos del Fórum, leí por Twitterland (empiezo a notar las cosas buenas que tiene el desinstalarse Instagram del teléfono, sólo uso desde PC) la noticia de que a primero de año falleció Francoise Bornet (con 93 años), protagonista del famoso beso que fotografió Doisneau. Tienes aquí un hilo estupendo sobre la historia del beso, el autor y su metodología con la fotografía. Ojalá sus herederas sacaran a la luz más historia y fotografías sobre ese beso, ya patrimonio de Francia e historia de la fotografía. Todos sabemos que hay más sobre aquel momento.

¿O es una fantasía?, quizá tenga que ver en que siempre pensamos que hay más detrás. De un beso, una despedida, un recuerdo, un fracaso (o el éxito que puede haber tras él).

Ya fuera de mi preocupación de no llegar a tiempo para ver soplar las velas de cumpleaños a mis chicas. Porque podré ser muchas cosas, pero jamás un padre ausente, verlas cumplir años es mi regalo más terrenal. Así en frío, no tengo ni la más remota idea dónde estaría hoy si ellas no existiesen.

Sin que Nadia buscara novias «perfectas» para su padre (tiene predilección por cajeras y camareras, las mitifica, es una cosa muy curiosa). O sin que Alma planteara conspiraciones UFO mientras hacemos la cena, para acabar hablando de Harry Styles o de Louis Tomlinson. Que por cierto, haciendo una playlist colaborativa por Spotify sobre voces femeninas, escuchó «Valerie» de Mark Ronson & Amy Winehouse, y ya es una de sus favoritas. Qué buen gusto tiene esta niña con la música, por favor.

A veces tengo la sensación de que las cosas van bien, porque no las comparto más. Y sin embargo, sé que esto no está bien, es una falsa creencia o sensación de seguridad. Todo lo que se comparte debería crecer, sea cual sea la dirección. Es un problema, lo sé.

Țukjäče

El beso a Francoise Bornet, fotografía de Doisneua.

#3012 Cuarenta y seis mil novecientos cincuenta y seis.

Dice Wrapped de Spotify, que este año he escuchado 46.956 minutos de música. Pocos me parecen, vaya.

Hay una lista de propósitos para el próximo año que empieza ya mismo. Por supuesto, desde otra perspectiva, no son propósitos tal y como los conocemos. El año pasado terminé 2022 muy diferente a este, metiendo la pata hasta el fondo, nada que ver con este 2023, nada. Desde luego, tampoco soy la misma persona, nadie lo es.

Propósitos que no cumplí este 2023, y quizá, tampoco en 2024.

  • Sigo sin estar seguro de querer que el tiempo lo cure todo, de lo contrario, no sé qué sentido tiene la vida entonces.
  • No vivo todos y cada uno de los momentos habidos en mi vida, es muy posible que en este nuevo año, tampoco.
  • Las personas cambian, sigo sin estar de acuerdo con quien demoniza un proceso tan natural como este.
  • Sí, lo sé, no viviré eternamente, pero me niego a que el estrés me dé la razón. Sigo sin quererlo, seguiré evitando que me evangelice.
  • No voy a normalizar que me preguntes porqué viajo solo, o voy solo al cine. Háztelo mirar tú.
  • Seguiré empujando puertas que se abren hacia dentro, perdón, es la costumbre.
  • Un hombre y una mujer heterosexuales pueden ser amigos, y de ahí no me bajo.
  • Tengo que aprender (ostia ya) el hacer correctamente el saludo vulcano.

Todo llega justamente cuando esperas otras cosas, parece absurdo, pero lo siento así. La suerte que tengo y he tenido, si nos conocemos o alguna vez lo hicimos, debes saberlo, porque también es cosa tuya.

Cuídate, mucho, mucho. Feliz 2024

Țukjäče

#2111 No sólo energía eléctrica

Le he preguntado a un conductor de Uber, que cuándo es el encendido de las luces navideñas en la ciudad (Madrid). «Creo que el 27, no estoy seguro». Recuerdo su nombre, Mariano, qué amable.

Me ha recordado a las personas que viven en urbanizaciones con piscina, la mayoría no saben cuándo empieza (o termina) la temporada de la misma, la tienen allí, qué más da.

No me pillará aquí, no llego al encendido. He pasado hoy mismo frente al Riu Plaza, hay ya un árbol enorme, preparado para el encendido de ese día, ni qué decir, las tiendas.

Mi cabeza no consigue aún salir del concierto de anoche, Nils Frahm en el Coliseum de Gran Vía, me voló por completo la cabeza. Este hombre no es de este planeta, nunca he escuchado algo así en directo, nunca. Todo el teatro se volvió loco con Nils, menudo regalo nos dio a todos.

No sé qué le ocurre a esta mastodóntica ciudad, tantas personas, tantas. Y sin embargo, leo soledad en el lenguaje corporal de bastantes de ellas. Quizá llevada a la literalidad de ser tantos, abocando a que lleve a ese punto. Que el contexto de soledad lo lleva cada uno a donde quiera (o sepa), sin extremos, por favor.

También es posible que mi equipo receptor esté escacharrado, también.

Sea cuando sea el encendido de Navidad, ojalá no sólo sea en las calles y casas. Ojalá.

Țukjäče

«Pero lo que aprendí viniendo aquí, es que tuviste que irte porque eres tú. Y que me gustas porque eres tú. Y tú eres del tipo de persona que son los que se van». Past Lives (Celine Song, 2023)

#1210 Sinfonía de un desconocido

Me ha venido un tweet de Loreto Sesma que leí hace unos días, decía así; Escucho la lista «Top canciones de España» y me parece infumable. De la primera hasta la última. Dónde están los instrumentos, las bandas, ese imaginarte cómo sonará en directo una guitarra…»

Recuerdo el pasado mes de septiembre, descubrir en el Winzink Center a diferentes artistas de la electrónica y percusión que no conocía, era un evento para ellos (y para mi). Tenemos auténticos artistas en este país, que sin embargo no tienen medios. El nivel cultural de la música en España es el que es (le pese a quien le pese). Es la demanda. no critico la música, critico su reducida oferta, o el limitado gusto del público en general. Al final, otro juicio, que también soy humano.

Fue una sorpresa encontrar allí a Rick Cuevas tocando una versión de «The Birds».

Justamente eso, unos días de trabajo en MAD, y tener las tardes libres para descubrir (gracias Jessica y Jesús) que Nils Frahm llega a finales de noviembre a España. Si no estás metido en ese mundo (y de lleno), ni te enteras. Nils no tiene redes sociales, depende más del agloritmo y del organizador del evento. Mi sorpresa fue ver que lo presentaban como si fuera alguien poco emergente. Madre mía, si supieran muchos quién es este genio…

Larga vida a los divulgadores, a los buenos informantes. Que podrías ser tú, si compartes tus pasiones. Es muy posible que hayan personas que no te escuchen, te acompañen o simplemente no te dejen hablar sobre ello. Sólo que, también pueden haber muchas otras que sí lo hagan, te lo agradezcan enormemente y sean todo oídos.

¿Te han dicho alguna vez que compartir pasiones alimenta las propias?. Comparte, que se acaba.

Țukjäče

«Lo único que trato de vigilar con atención es que nunca pierda el amor por el instrumento. Por eso también decidí no seguir una carrera de piano profesional cuando era más joven». Nils Frahm

#0410 Bodas por conciertos

Tengo dos bodas a las que asistir en los próximos 6 meses, gensanta, qué disgusto.

Total, y como esto no lo leerá nadie. También como quien se toma un paracetamol para el dolor de cabeza, acabo de adquirir una entrada sin leer el prospecto, ver a mi querido Jon Hopkins & Cia en directo.

Mi regalo de Reyes Magos, joder, Eloy.

Capitalismo 1 / Bodas 2 / Eloy 0

#0110 El vacío del relleno

¿Qué lleva a alguien a compartir los rincones más íntimos de su casa en redes sociales, la biblioteca que no ha leído, o el postear haber empezado 3 libros en una semana?. Cuando promueves que eres un lector audaz, pero en realidad lees redes sociales y no libros. Aprovechando que la librería de tu casa (que ya sabemos todos cómo es) te guarda el secreto de que no acabaste o empezaste la gran mayoría de ellos.

Chantal Maillard, contaba en ‘Diarios indios’

«¿Cuánto de lo que hacemos lo hacemos por hacerlo y cuánto para contarlo?. ¿Qué de nuestra vida está vivido y qué está fotografiado y empaquetado para vivirlo después, cuando pueda ser comunicado?. ¿Cuánto de auténtico viaje hay en nuestra vida y cuánto de turismo?.»

¿Es posible que todo sea un disfraz escondiendo un «hazme casito»?, disfraz iluminando fotografías de salón acondicionados para la instantánea, unos pies sin pie de foto, todo tras un ‘yoismo’ que siempre tiene hambre, tragará con todo, incluso contigo mismo.

Y todo por el subidón de ver la campana de las notificaciones contar, a toda la legión de seguidores a la que impresionar. Y esto, todo esto, porque no sabemos hablar de nosotros sin mostrar supremacía. Creamos incluso varias cuentas de un mismo personaje, es un agujero sin fondo, con todo el eco del mundo. Perpetuar a cualquier precio.

Dice Pascal. «No es suficiente hablar cosas verdaderas. También es necesario callar muchas que lo son, pues sólo hay que aportar cosas cuyo descubrimiento sea útil y no las que sólo herirían sin fecundar nada; y si la primera regla es «hablar con verdad» , la segunda es «hablar con discreción» .

Quizá por estas cosas, me gustan las publicaciones que sólo duran 24h, que acaban desapareciendo como lágrimas en la lluvia. Cada vez admiro más aquellas cuentas privadas que guardan un álbum familiar que no buscan impresionar a nadie. Quizá me pase esto porque ando semiretirado de ellas, busco hacer el menor ruido posible. Me gustaría no aparecer en ningún feed u ‘hoy’ de tu página de inicio, que solo quedara en el perfil y ya. Pero las redes sociales no fueron creadas para eso.

Hace unos años, me hice la promesa a mí mismo en forma de reto, el de no acabar engullido por ellas. No iba a mostrar dos datos que considero importantes; no mostrar lo que no soy, no mostrar nada de lo que (la mayoría) no pudiera permitirse.

Es posible que haya fallado alguna vez (perdón), sólo intento que no ocurra.

Țukjäče

«Me gustaba que me miraran, me gustaba sentir que los seducía, me gustaba sentir que los excitaba. Pero después acababa aburriéndome.» De óxido y hueso (Jacques Audiard, 2012)

#0108 Un intercambio de escondites

Por John Berger.

El deseo sexual, si es recíproco, origina un complot de dos personas que hace frente al resto de los complots que hay en el mundo. Es una conspiración de dos. El plan es ofrecer al otro un respiro ante el dolor del mundo. No la felicidad sino un descanso físico ante la enorme responsabilidad de los cuerpos hacia el dolor. En todo deseo hay tanta compasión como apetito. Sea cual sea la proporción, las dos cosas se ensartan juntas. El deseo es inconcebible sin una herida. Si hubiera alguien sin heridas en este mundo, viviría sin deseo. El deseo anhela proteger al cuerpo deseado de la tragedia que encarna y, lo que es más, se cree capaz.

La conspiración consiste en crear juntos un espacio, un lugar, necesariamente temporal, para eximirse de la herida incurable de la carne. Ese lugar es el interior del otro cuerpo. La conspiración consiste en deslizarse al interior del otro, allí donde no se les pueda encontrar. El deseo es un intercambio de escondites.

John Berger escribió esta maravilla en «Esa belleza» (Ediciones Bartleby, 2005). Una perla que he descubierto por primera vez, y encima en un libro prestado. Y esto, tiene connotaciones que me gustan.

Solo quería dejarlo aquí, y decir también que he devuelto el libro, qué menos.

Țukjäče

«El final del verano nos convirtió en dos estatuas de sal, que estarán más allá del faro, junto al mar donde solíamos nadar». (La Unión)

#0407 Tus derechos (pide un deseo)

¿Sabes por qué se piden deseos con las estrellas fugaces?.

El astrónomo Claudio Ptolomeo creía que cuando caía una estrella fugaz (meteoro), el reino de los cielos se abría a los mortales. Y aprovechaban para lanzar sus deseos con el fin de que sus plegarias fueran escuchadas.

Lo mismo nos pasa con muchas creencias, en el fondo sabemos que no funcionarán, pero necesitamos creer en algo, debe de haber algo mágico que nos atrape y que sin embargo, no podamos justificar. ¿Es sano?, quizá no, no lo sé.

Intenté explicarle a Alma que tener estas creencias no te hacen débil o iluso (porque ella cree que esas estrellas son abuelitos de visita. Y eso está genial). Tienes todo el derecho a tenerlas, y si es con sentido común, mejor.

Se me ocurrió ponerle como ejemplo a Sam Smith y su canción «Stay with me«. Quizá no es lo más acertado, pero a ella le encanta, y he de aprovechar esa brecha.

En el fondo, Sam sabe que no va a funcionar, y que sin embargo, sabe que no está haciendo daño con esto. Que sin ser el buen aspecto, promete tener algo de autocontrol, sabiendo que no es amor.

Alma ya no cree en papa Noél, ¿pero en las estrellas?, el firmamento es suyo.

«Papá, como dice también Sam en la canción, quédate conmigo«. Mi chica sentipensante…

Țukjäče

«Dicen que cada átomo de nuestro cuerpo formó parte una vez de una estrella, quizá no me esté marchando, quizá esté yendo a casa». (Gattaca)

#2506 ¿Aciertos y errores?

Hace unos días escuchaba en el arrollo de San Miguel, un muelle muy bonito al sur de Palma en busca de atardeceres, a dos personas hablar sobre una tercera, ausente, claro. El mar estaba calmo, por la luna creciente, tocaba esa panorámica y que a mi me facilitaba escuchar. Tanto así que pausé Spotify, mi limitado oído podría llegar a escucharles, ojo.

Se me caen las personas que ridiculizan, critican con sarna y supervivencia, con hastio y templanza. Justamente a aquellas personas que ellas mismas eligieron, es justo eso, ellas mismas eligieron a las personas que en su día se vieron reflejadas con acierto. Al fin de cuentas, nadie asume la parte que no gusta, nadie. El problema siempre es ajeno. Y claro, volví a reanudar Spotify, mi oído no daba para más.

Las relaciones son una jaula llena de prejuicios deseando que salten los tornillos de seguridad. Nadie quiere sanar nada, sólo cambiar de hangar.

En otro contexto, asistí el día antes de volver, a una charla sobre filosofía en Vecindario, un grupo de jóvenes universitarios (y de contundente acento canario, joder) que estuvieron hablando cerca de una hora a modo de coloquio. Entre algunos temas, salió el vacío social, es el que más presente se me quedó. «¿A cuántas personas hemos dejado de hablar sin que ellas supieran el porqué?, ¿cuántas de ellas saben el porqué de tu ausencia y lo que ello genera?». Resulta que Tolstói llegó a escribir un libro sobre ello y el daño irreversible que le creó la sociedad. No tenía ni idea de esto.

Todo esto al aire libre, con M83 como hilo musical de fondo, de coro, como segunda voz, o como quieras llamarlo. Me encantó la acústica y el lugar, se notaba que era el centro de planificación para estas charlas, estaban muy cómodos. Me encantó.

Recientemente vi Empire of light, y recordé justo después las palabras de Olivia Coldman al final, «vivir es un estado de la mente«. A esta maravillosa película, que nos recuerda que somos nuestro peor enemigo. Y que justo después, capaces si acaso, un aliado al final del brazo, en una extremidad de 5 dedos capaz de aguantar todo tu peso. Pero claro, ¿quién te iba a creer?, nadie.

Tengo un año más desde la última vez que escribí aquí, créeme, no noto la diferencia. Será otra cosa esto de cumplir años, algo que se escapa del tiempo y que sólo (qué bonito acentuarlo, otra vez) atiende a la literalidad del día a día. Quizá es lo importante o lo único presente. Hacía tiempo que no me siento así, con tanta calma, tan bien. Quizá la felicidad sea esto, no sé.

Hace poco me preguntaron «¿cómo lo llevas?», y me perdí, por primera vez no supe de qué me estaban hablando o a qué se referían. Claro, esta vez (y como siempre) la sociedad haciendo foco en la «soledad». Mi respuesta es desde hace ya un tiempo atrás, la misma. Nada más que añadir.

Uno va entregándose a los aciertos y errores, no me causa pesar no volver a sentir, sino el haber cambiado. Me he enfriado, y eso me jode.

Todo está bien, es como está, estoy en modo Antonio Gala, no me hables de amor, que no tengo ni puñetera idea (es verdad), y que me pongo un poco canalla, también. Háblame de la comprensión, del razonamiento, ahí tienes toda mi atención.

Estoy aprendiendo.

Țukjäče

-Mira para otro lado. -¿Por qué, lo he visto todo. -No sea vulgar, es diferente en medio de la pasión. / Empire Of Light (Sam Mendes, 2022)

#1804 This is the way

Cómo es posible que una bolsa de plástico tarde aproximadamente 55 años en degradarse, cuando nos es tan poco útil en comparación. Cómo tarda tanto un hueso en sanar para lo rápido que se fractura. Cómo rechazamos al alba, lo que fraguaron caricias, tesón y unas manos que no pernoctaban. Cómo nos visitan tan pocos cometas para lo mucho que miramos al cielo.

Cómo eliminamos el rastro de un pasado que no podemos cambiar, como si las personas no tuviéramos memoria, y solo para no tener que contarla. Cómo una canción dura tanto, con un silencio al principio, otro al final. Cómo es posible que un silencio, pueda llegar a cuidar más que todas las palabras del mundo.

Cómo es posible que una mano en el pecho, no solo sea una mano en el pecho, sino un almendro en flor, creciendo. Cómo es posible que arrugar sábanas, encienda un lienzo de luces sobre el cabecero de la cama. Cómo es posible que tras subir el café, huela a casa, dentífrico y sonrisas.

Cómo es posible que sweet dreams, me recuerde que hace tanto que no lo digo, para lo mucho que me gustaba. Cómo es posible que en la fila 4 de un cine, siga siendo extraño vivir historias. Cómo es posible vivir sin sentir, para ir muriéndose, sintiéndolo mucho. Cómo el mar puede llegar a meterse entre los dedos, agitar el corazón, saltar las olas y querer después secarte al sol.

Cómo es posible, la vida tan bonita ella, y nosotros empeñados en encontrarle una explicación. Cómo es posible que, si no se puede explicar, se pueda abrazar.

¿Es este el camino?.

Țukjäče

«Te volveré a ver. Te lo prometo» Bo-Katan Kryze & Din Djarin

#2402 Al borde de la piscina

En apenas unos días, he sentido encontrarme en esa condición humana a la que llaman red neuronal por defecto. Algo así como nombran los tibetanos, «una jaula de monos a los que les ha picado un escorpión». No en el peor de los casos, pero sí con el ajetreo y la introspección que eso conlleva. No lo tengo nada superado, vaya.

Recientemente he visto The Whale y Normal people, y (esto me lo voy a tomar con humor, qué menos), me han hecho sentir como si llevara lustros solo, en el plano sentimental. Sin embargo, solo han pasado meses. Son maravillosas las dos, sí, pero me han dejado para los restos.

Sobre The Whale y la historia de Charlie, no escribiré nada, es mejor que la veas tú mismo. Solo decirte que refleja fielmente lo que posiblemente sea una batalla que muchos llevamos a cuestas. Cuando salgas de verla, no olvides llamar a papá y mamá, qué menos.

Sobre Connell y Marianne (Normal people), tampoco saldrás ileso, pero tiene muchas más matices que una serie dramática al uso. Aquí la comunicación y la complejidad de las relaciones, es el tercer protagonista de la serie (12 episodios). Qué importante es expresar nuestro sentimientos, me he sentido tan identificado…

Hay una escena en la que Connell toca por primer vez a Marianne en público, lo hace al borde de una piscina, el beso en el hombro, la mano en su cintura. Qué escena. La serie tiene un Soundtrack maravilloso (Jon Hopkins suena en el episodio 9). Sin embargo, me quedo con el track First Day at Trinity, suena maravillosamente bien, y determina así el final de una etapa muy importante entre ellos.

Quizá es un reflejo de que las relaciones una vez terminadas, maceran otros aspectos que las siguen uniendo, donde sale el arrojo de un «te echo de menos».

A toro pasado, me habría ido con ella en aquel penúltimo abrazo, aquella noche en la playa. Aquel abrazo en el que no nos hicimos tanto daño. Porque nos hemos ayudado mucho el uno al otro. No sé, otro arrojo.

Țukjäče

-No es así con otra gente. -Lo sé, creo que nos irá bien. (Normal People)

#1602 ¿Un imposible?, un imposible.

Me llegó esto de Alejandro Zambra, «dicen que eso es la felicidad: nunca sentir que sería mejor estar en otra parte, nunca sentir que sería mejor ser alguien más. Otra persona, alguien más joven, más viejo. Alguien mejor«.

No sé, pienso en esto de Begoña Huertas, «Lo que deseaba era a mantener lo que tenía. Nada más decirlo, me sentí boba porque me pareció un deseo pequeño, tonto y poco ambicioso. Ahora veo que, por el contrario, se trata de un deseo desorbitado, imposible. El deseo de que nada cambie«.

Y así lo siento, hay perdones imposibles. Deseos una vez alcanzados, a los que se vuelven imposibles volver. O incluso lo que una vez perdiste, que acabe en un mausoleo. Que hay cosas a las que ya no puedes pedir de boca, sino mantenerla cerrada.

Ya lo dijo Bono (U2) con One, «¿has venido aquí por el perdón?, ¿pedí demasiado?, más que mucho«.

Y es que la vida sigue, también sin nuestro permiso.

Solo esta brevedad, solo eso.

Țukjäče

“Como todas las marionetas, crees que eres humano. Es el sueño de toda marioneta. Ser humana”. Solaris (Steven Soderbergh, 2002)

#0702 Media vuelta

Hoy empecé el día con una noticia de mierda (dicho así, vaya), en forma de mensaje que no pides, y anónimo. Sé que ocurriría tarde o temprano, somos humanos, pero el mensaje sobraba. Con amor, siempre con amor, merece ser feliz. Echar de menos no es proporcional a nada, no es poesía. En ocasiones se vuelve algo mastodóntico, tan grande, como para que sea un paisaje. Sí, de punta a punta. En fin.

Recientemente he visto, por fin, Babylon (Damien Chazelle, 2022). Un día de esos que sales de trabajar, te metes en la cartelera y ¡zás!, allá que vas.

3 horas de película que no es para todo el mundo, sin embargo, todo un mundo de cine en ella. Una locura odisea rindiendo culto (pero con saña) al Hollywood de los años 20. Los últimos 25 min de película son… (Ve a verla, si tienes oportunidad, en un cine).

La película es redonda, pero hay una conversación entre Elinor (Jean Smart) y Jack (Brad Pitt) que es tremenda, y que traduzco aquí las palabras de Elinor.

«Cada persona, en cada película filmada este año, estará muerta. Y un día, todas esas películas fueron arrancadas de las paredes, todos sus fantasmas cenarán juntos y se aventurarán juntos, llevarán a la jungla la guerra juntos. Un escalofrío nacido en 50 años tropezará con tu imagen parpadeando en una pantalla y sentirá, te conoce como un amigo, aunque hayas respirado por última vez antes de llegar tan lejos«.

Mis chicas hace muy poco cumplieron 12 maravillosos años, me acerco peligrosamente y a gran velocidad a la edad que tenía papá cuando se tuvo que marchar. Cada vez estoy menos seguro de nada que no pueda controlar, y parece importarme poco.

Llevo días escuchando filarmónicas, no me refiero de manera voluntaria (bueno, un poco sí) sino de manera accidental, a modo de coincidencia, o qué sé yo. No sé qué quiere decir esto, no será un epitafio o un canto de sirena, pero lo mismo significa algo.

Últimamente solo busco ir a conciertos de esta temática, que justamente, veo también que hace una semana salió esta versión un tanto orquestada y especial de Clocks en su 20th. Maravillosos ellos, siempre. Qué ganas de volver a verlos.

Sin embargo, hoy, reconozco que no traigo muchas ganas de nada más, y se me nota. Discúlpame.

Țukjäče

«¿Cómo lo haces?, ¿romperte una y otra vez como si nada?». «Solo pienso en mi hogar». Nellie LaRoy (Babylon, 2022)

#1601 De Sevilla a Madrid.

Te escribo volviendo a casa, aún queda una hora para llegar

Acabo de ver una despedida en la estación, de lejos, me ha dado tiempo a ver todos los signos vitales que he podido sobre el lenguaje no verbal. Porque escucharlos, ha sido imposible (y más para mi).

Me desmonta ver a dos personas despedirse así. Eran ya muy mayores, él, inmóvil de cintura para abajo. Las capacidades cognitivas de él parecían bastante limitadas, también con signos de algún tipo de esclerosis o Parkinson, por el movimiento de codos y manos. Descarto el tema del Alzheimer, su mirada iba en consonancia con los movimientos de su boca. Conozco esa enfermedad de cerca, descartado.

Quizá me conmueve en gran parte por esto, los dos plenamente conscientes.

Ella se ha arrodillado como ha podido, con dificultad, se ha colocado la chaqueta en el suelo para apoyar sus rodillas. Cerca de 5min tocándose la cara, la barbilla, y las manos. Ay las manos.

Ella con las uñas pintadas de rojo, él, manos grandes y cuadradas. Una mano sobre la otra, con la izquierda recogía la de él, con la derecha, la acariciaba por encima, recogida con mucho cariño.

Le temblaba la barbilla, quizá también por la belleza de ella, una historia juntos, no lo sé. En los labios de ella se podía leer en repetidas ocasiones un «sí», su barbilla se movía con connotaciones de afirmación, afirmaba en numerosas veces.

Finalmente, ella se queda en Madrid, él, dirección a Sevilla. Ojalá un reencuentro, ojalá les de tiempo.

Ellos me han recordado unas palabras de Farid Dieck, que me vienen ahora. «Quienes murieron ayer, tenían planes para hoy. Valora un poco más tu vida, no busques solo placer. En un segundo todo cambia, dale amor y perdón antes de que se vaya, porque el tiempo va y no vuelve«.

Te dejo «El viaje«, por Ramón Bayés, que es como si hablara de ellos.

Hace frío, cuídate.

Țukjäče

«Solo quería que supieras, que habrá una parte de ti en mi siempre. Y eso te lo agradezco». HER (Spike Jonze, 2013)

#1301 Una locura, y un billete de solo ida.

Llegar a la última comida del año por KO (cómo me verían, yo qué sé), y que tus amigos recojan todos tus pedazos, los junten, y te lancen como un cohete entre fuegos artificiales hacia el nuevo año (y añadiendo un poco de sentido común, que falta me hacía). Una locura, mis amigos, mi familia, son una locura de la que me siento muy orgulloso.

Como bien dice mi amiga y periodista Irene G Punto, «tengo mi paz en Karma«.

Creo sin duda que son mi activo (y eso que no son míos, entiende eso) más valioso, no nos vemos todos con la asiduidad que nos gustaría, pero juntos, juntos somos nosotros. Y es más que suficiente. Estoy muy orgulloso de ellos, en lo que se han convertido a lo largo de tantos años. Qué suerte tengo.

Hicimos una promesa para este 2023, la vamos a cumplir. Ten siempre a buenos montadores de puzles en tu vida. Yo soy un puzle complejo, imagínate el valor que tienen.

Si después, bien creía que terminaría el año por los suelos, también es una realidad en me equivoqué con eso. Me he equivocado en tantas cosas, que han resultado ser un esfuerzo de lo que yo creía, por llevarme la contraria.

No vamos a ser eternos todo el tiempo, hay ciertas puertas y arcos, por los que ya no tenemos porqué pasar. Quizá, esto va de cometer nuevos errores, no de repetir los mismos. Ya está bien.

En otro orden de las cosas, el pasado fin de semana tuve una experiencia Candlelight en forma de homenaje a Hans Zimmer que me hizo muy feliz (aún me dura) en MARQ. Cuatro músicos tocaron durante 1h, doce temas del creativo y compositor Zimmer, todo a la luz de las velas, y con una acústica maravillosa. Una pasada

Un tema que apenas conocía de él, «Supersubmarine«, lo hicieron sonar de una manera increíble. Y por esto me gustan estas cosas, otras perspectivas que me dan la sensación de ver algo nuevo, sobre lo ya conocido. Aún continúan con el programa en Alicante, puedes ver su programación aquí, además de en otras ciudades donde llevan la iniciativa.

En las próximas 6 semanas, me esperan muchas cosas que necesitarán tiempo que cubrir, me hace feliz esto. Prometo seguir escribiendo por aquí en tener un hueco, pero especialmente, en tener algo que contar.

Te dejo un extracto de mi querido y admirado Krishnamurti, «La libertad es esencial para el amor; no la libertad de hacer lo que nos plazca ni de ceder abierta o secretamente a nuestras apetencias sino más bien la libertad que adviene con la comprensión«.

Y un maravilloso visual de 1min, sobre la evolución de la misma expresión visual a lo largo de toda su historia, aquí. Cuídate, por favor.

Țukjäče

«Dejar ir tu pedazo que se quedó con ellos sin duda se convierte en el andamio más delgado de la ecuación. La gente se conoce más por cómo se va que por cómo llegó». Daniel Habif

#2412 Nada que añadir, nada por quitar

Condicionamos una medida de tiempo, una amistad, sea cual fuere sobre una relación.

Es una frivolidad que alguien tenga que prestarse a ciertas condiciones para poder ser uno mismo, contigo. Una aprobación, una señal, o simplemente esperar a que llegue una condición que poder cubrir para llegar. Llegar a alguien, de verdad, qué cosas.

Te quedas o te vas, pero no te estés yendo.

Hoy, justamente, me regalaron el último libro de Alejandra G.Remón llamado «Anatomía de las emociones», me encantaría compartirte un texto que figura en la pag.63 del mismo, llamado Coincidentes. Me ha encantado, por la brevedad del ejercicio y sus matices.

Yo sé que tú y que yo jugamos un poco a aquello del paralelismo. Que somos coincidentes en algunos vértices aún con distintos ángulos. Que compartimos las mismas visiones, con diferente mirada. Que nos comprendemos incluso en aquellos puntos en los que resulta extraño llegar a entenderse. (Y mira que a veces lo complico).

Sé que tú y que yo. Que nosotros. Así. Parece que sí. No me hagas creer, que no.

Con este texto de Alejandra, y justo pensando en la anatomía de una condición, me viene a la cabeza esto, la no aceptación. Ya tenemos encima unas fechas complicadas justo para eso, como para ir por la vida con condiciones. Imagínate todo un año así.

Acércate, como dice André Tanneberger en Believe in me, y dile, «últimamente escuché que lo estás haciendo bien«.

Te mando un abrazo por si lo necesitas, quién sabe, si te da por hacer lo mismo. Imagínate. Sería maravilloso.

Hasta el próximo año, suena lejos, quizá es así. Cuídate (y cuida) mucho. Feliz Navidad

Țukjäče

Qué vida esta, echando de menos intermitentemente, a cada rato, y siempre de golpe.

#0712 Lo que nos conmueva (o llovernos)

Siempre pensé que una conmoción era una alteración del cerebro ocasionado por algo negativo que llega a tu vida, algo que te sacude de mala manera, un rayo que te parte en dos, quizá.

Pero no, al menos, desde que leí hace unos años, El libro del TAO

Tao Te Ching (de Lao Tse, también llamado Lao Tzu) es un libro mayoritariamente escrito en prosa, algo jodido de leer, pero maravilloso una vez te encuentras en él.

De ahí, a cuando me preguntaste, ¿cuándo fue la última vez que te conmocionaste?. Puf, a mi me conmueven tantas cosas, aunque me lleven a la nostalgia (peligrosa ella), no me importa.

Hace unos días, Google (qué jodido es, a veces), me recordó que hacía un año estaba en Arcos de las Salinas con Elena (qué suerte he tenido). Por si no lo sabías, es una de las reservas Starlight que tenemos en España. Me conmueve todo lo que me hace sentir vivo (o que he vivido). Esta es la verdadera enseñanza de Lao Tse, y que intento seguir.

Me entristece ver cosas que me recuerdan a tía Angelita, pero me conmueve saber que la he vivido, que he disfrutado de muchos días con ella, hasta que se tuvo que marchar. Lo mismo me ocurre con amigos que ya no están, con papá (ay papá). Aprendes a que no hay tantos motivos que te lleven a un atolladero, hay que conmoverse, tenemos que hacerlo.

Y aprovechando tu pregunta, señor Pathfinder (y que sé que lees esto). Sigo haciéndolo como me pediste, en petit comité, fuera de los mausoleos del mundo, solo con quien puedo tocar y reír. Siento ponértelo tan difícil a veces, pero te hago caso en otras, aunque me cueste.

Ya te dije que las navidades no empiezan, hasta que no escuchas a George cantar I keep my distance, but you still catch my eye. Tell me baby, do you recognize me?. Apúntalo.

La empresa nos ha propuesto dejar en el árbol navideño (naranja, por supuesto) un deseo para el 2023 en forma de post-it y de manera anónima (Marketing, estos chicos siempre tan atentos, cómo les gusta la fiesta). No se me ocurrió otra, no pasaron otras; para este 2023, que la vida te siga conmoviendo.

Cuídate.

Țukjäče

«No se vaya que ahora viene lo mejor, después me puede seguir tomando de boludo todo el tiempo que quiera». El secreto de sus ojos.

#2711 La (no) resistencia

No soy la resistencia (es una certeza), de hecho, he dejado de resistirme a muchas cosas, a echarte de menos, a sentirme mal por hacerlo. Porque tengo la certeza de que seguiré haciéndolo, es de locos (y de tontos) negar algo tan evidente. No digo de acostumbrarme, pero voy a dejar que eso viva en mí, hasta que eclosione o qué sé yo.

Dejar que ciertas emociones vivan su ciclo, no digo de alimentarlas, digo de dejarlas ser, ya sabes, sin resistirse. Quizá ya no importe, pero pude hacerlo mejor, ya que estamos con las certezas…

Pude haber sido un mejor compañero de viaje, esto es así. Me faltó resolver, me faltó cerrar viejas heridas, me faltó querer un poco mejor (que no más). Me faltó prestarte más atención, «es basiquísimo», como dirías.

Yo, que siempre soy de vivir tanto el presente (y de cabrear a los demás por ello), no hay cojones a hacer planes a largo plazo conmigo. Y sé que es un problema, lo sé, de verdad. A mí, que me encanta estudiar el comportamiento humano, qué poca introspección tengo..

Y hablando de introspección, leí un escrito de Patricia Benito, que me gustó mucho, dice así;

«Me apasiona la gente. La necesito casi tanto como la evito. Me encanta observar a las personas, analizar por qué hacen lo que hacen, cómo se comportan cuando se sienten heridas, felices, en peligro. Cómo se resuelven cuando tienen miedo: al fracaso, al amor, a la muerte. Cómo quieren y dejan de querer.

Me apasiona la gente, aunque casi nunca la termino de entender.»

Estoy trabajando en ser un buen sitio para quedarse, empezando por mí. No puedo dormirme en esto, el tiempo apremia.

No hace mucho volvía a ver a Roy Mcbride, y recordé su decálogo, cuando consiguió arrojar luz sobre sus viejos fantasmas. «No sé qué futuro me espera, pero no me preocupa. Confiaré en la gente más allegada a mí, y compartiré sus cargas igual que ellos comparten las mías. Pienso vivir y pienso amar».

No sé si todo esto que escribo aquí, alguien lo leerá algún día. Todo el mundo tan inmerso en las RRSS, que ya no hay mundo fuera de ellas. También es cierto que, lo escribo para mí. Sin embargo, si esto puede servirle a alguien de algo, bienvenido es.

Antes de irme, te dejo una performing de Jon Hopkins, que hizo hace unos años para KCRW, aquí.

Cuídate mucho.

Țukjäče

Cómo decir «no lo sé» cuando no lo sabes.

#1811 La literalidad de las personas (y su tiempo)

Dos de las últimas películas que he visto, «Despidiendo a Yang» y «Armaggeddon Time» me han llevado a pensar en la literalidad de las personas y el tiempo que disponen para manifestarse, llegar a tu vida por alguna razón o simplemente ser, que eso, ya es un logro.

Me viene papá, me llegan mis abuelos, Angelita, amigos, todos a los que, recorra los kilómetros que recorra, no llegaré a ellos. Ya están fuera de mi alcance, los tengo a una vuelta del corazón, pero seamos realistas, les quedaron muchas cosas por enseñarme, por aprender de ellos.

Estas palabras que Irving deja caer en Armaggeddon Time, en relación a un poema de Rilke (poeta alemán). «Una persona no es lo que oíste en la última conversación que tuviste con ella, es lo que ha sido a través de toda la relación«.

No sé tú, piénsalo. No seas muy optimista, pensando que tienes todo el tiempo del mundo (porque no lo tienes, te lo aseguro). Envía una postal, pide perdón, incluso abraza si no te lo dan, no le niegues la gracia a nadie. No sabemos hasta cuándo.

Tengo que marcharme, no me queda mucho tiempo. No sin antes dejarte un mix de As It was & Take on Me que me flipa. No es oficial, claro. 4min, no más. Cuídate.

Țukjäče

Yang dejó una bonita lección de vida en su corto paso.

#1211 Un Frappelatte

Qué intensidad de viaje, no esperaba para nada esto. Ya volviendo, estoy pensando..

He visto a un señor de una edad entre 40-50 años leyendo «Kafka en la orilla» en el asiento 23A, parece que acaba de empezarlo. Y suponiendo que lo está leyendo por primera vez, qué suerte tiene. Me llama la atención, le falta el dedo meñique en la misma mano que utiliza para sujetar el libro. Qué tipo más interesante.

Volver a ver a viejos amigos me ha llenado, me ha venido genial. Pienso que en gran parte es, porque he visto a nuevas personas en viejos amigos, y eso me hace feliz.

He vuelto a conducir una moto (gracias Rideon), hacía mucho que no cogía una. Me ha recordado lo que me gusta la velocidad con ellas, y la sensación de libertad que me proporcionan dos ruedas. Qué peligro tengo…

He llorado (me he venido abajo) al llegar a lo alto del Montjuïc, me habría encantado enseñárselo, joder.

Sé que hay personas con las que no voy a poder platicar más. Me apena el vacío, ese todo o nada, pero tengo que aceptarlo, ya no tengo sitio. Estoy en ese momento en el que me importan lo más mínimo todas esas puertas que dicen abrirse cuando otras se cierran, de verdad, qué más da.

La literalidad del tiempo y las transformaciones, después de todo, nadie se encuentra dos veces a la misma persona. Porque cuando se vuelven a encontrar, ni una ni otra, son las mismas.

Me he despedido (sin saberlo) de un amigo que está en el ocaso de su vida, se está despidiendo de ella. Ahora sé que no volveremos a vernos, sin embargo, nos hemos despedido, y eso me ha dado mucha paz.

Qué vida más puta a veces, por favor…

No rechaces a nadie por agradar a otros, es el mayor de los desahucios, una condición humana desdeñable. Hacer el vacío, es un camino que una vez recorres, no puedes volver atrás. Acuérdate, hay jarrones que una vez añicos, no puedes volver a juntar.

Intenta (por favor) que las acciones de los demás, no alteren tus principios. Y si no los tienes, no los imites. Sé tú, no más

Tengo que reconocer, que me está costando esta nueva normalidad, que sigo a la sombra de la duda. No quiero más vacíos, no los quiero. Siento escribir esto, no quiero más desahucios. No quiero volver a sentir portazos en las casas que he cuidado lo mejor que sé. Ya no. Quizá por estas cosas, encuentro la razón sobre el porqué me ha costado siempre entrar en ellas.

¿Te he dicho ya que vamos con retraso?.
Se me ha antojado un Frappelatte, ya sé dónde ir en bajar del tren.

He pensado que, antes de volver a casa, voy a pasar antes a ver a mamá, tengo un imán nuevo para su nevera. Y un beso.

Țukjäče

Suena «O» de Coldplay

Qué curioso, venir de viaje, y acordarse de otro diferente.