De lo que leas, la mitad. De lo que sientas, todo.
Prefiero morir roto donde la curiosidad me lleve, que morir hastiado de conocimientos de otros.
Prefiero despertar entre el miedo y la angustia del «no soy capaz» que anestesiado por la droga dura del «todo irá bien».
Prefiero (y mil veces) una puta realidad que una maravillosa mentira.
Prefiero tener un fuerte carácter, que ser carne de maltrato por no tenerlo.
Prefiero creer que la autoestima no consiste en confiar en que todo te va a salir bien, sino en que no te vas a hundir si algo te sale mal.
Vamos, que me encantaría decirte que…
De lo que leas, la mitad.
De lo que sientas, todo.
©Eloy Cánovas
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