21 características que definen a personas inolvidables.
Alguien de éxito, alguien inolvidable, no es una persona con buena retribución, con un doctorado o alguien con muchos amigos. Es más que eso, es alguien que deja una fragancia mientras perdura la memoria, es alguien que sigue en nosotros cuando ya se ha ido.
Me he permitido el lujo de compartir contigo lo que para mí son rasgos ineludibles que definen a las personas de éxito, personas inolvidables. Te puedo asegurar que conozco a personas que al menos, cuentan con uno de estos rasgos, imagínate lo afortunado que soy.
1 -Se rodean de personas más sabias que ellos, un hábitat natural.
2 -No piden explicaciones a un impulso.
3 -Saben que sus cimientos son todas las personas que les ayudaron a construirse, incluidas las que les hicieron daño.
4 -Asumen las consecuencias de lo que vendrá después de ser feliz.
5 -Saben que un/a «ex» es para toda la vida, no guardan rencor.
6 -Callan cuando les preguntan, ‘y tú, a qué te dedicas’.
7 -Cuando hacen locuras, no se preguntan si están locos, se preguntan si son felices.
8 -Tienen enemigos, el precio de dejar huella donde muchos pisan.
9 -Hablan de sus parejas como si fueran compañeros de viaje y no como una posesión sobre alguien que les pertenece.
10 -No justifican los errores, se alían con ellos.
11 -Hacen lo que desean, consiguen lo que imaginan.
12 -Saben que quedarse al margen es un truco de belleza infalible.
13 -No reducen el amor a una relación entre dos personas.
14 -No se parecen a las personas que les hacen daño.
15 -Mezclan y alternan la soledad con la compañía de la multitud.
16 -No idealizan el amor, dando valor a sus fallas.
17 -Han perdido a personas imprescindibles.
18 -Leen poesía.
19 -No conocen sus límites porque no tienen límites.
20 -Cambian de idea a menudo, porque son capaces de mejorarlas.
21 -Saben que las buenas personas no lo dicen, lo son.
Ojalá te sientas identificado con algunas de ellas, ojalá le pongas nombre de los tuyos, porque si es así, tú también estás dentro. Y qué bonito que así sea.
©Eloy Cánovas