Un exilio

Ese respeto, digamos extremo, sobre el espacio personal ajeno. Mentiría si dijera que esto no me ha traído malos entendidos. Pero lo más seguro (también) es que lo haga fatal, que por ahí no es.

A veces tengo la sensación de que el mundo está hecho para parejas, y yo en un exilio del que parece que no termino de conectar con nadie. Que por cierto, lugar del que cada vez me siento más cómodo. Llámalo costumbre, miedo o vete a saber. Y es una mierda, eso, también.

A veces, me asusta ver lo rápido que me aclimato a las circunstancias. Puede ser que sea porque cada vez ficho menos en círculos sociales donde no.

Lo más atractivo que una persona puede hacer por otra es respetarla. Recordaré siempre las palabras de papá, cuando decía «dice más de alguien por cómo se marcha, que por cómo llegó». Qué manera más sutil que tenía Eugenio de decir, «no seas un grano en el culo de nadie».

Quizá es un código ético que dice, vete a saber cuándo y dónde; ya te mueras de ganas, su paz va delante.

Puede ser mi self care, o mi conciencia tranquila. No sé. O simplemente es una manera de decir «te quiero», eso, también.

©Eloy Cánovas

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