Ojalá, ojalá…
Ojalá nos conmoviéramos por estar vivos.
Porque lo que te da miedo también te tiene miedo.
Porque el cuarto oscuro de la casa eres tú.
Porque no todo lo que brilla es ausencia.
Porque la nostalgia es la madre de todos los vicios.
Pero ojalá, ojalá seamos tan honestos como cuando tenemos las manos frías. Ojalá seamos tan valientes como para dejarnos querer.
Sí, mira, todo eso que amas también eres tú.
©Eloy Cánovas
Unos deseos muy nobles 🙂