Un legado que perdure mientras viva la memoria.

Papá, hoy he visto en tu piel que dudabas.
Se te han humedecido los ojos y has contenido el aire más tiempo que de costumbre. Llevas tatuada libertad en la piel, y aunque no fuera así, sé que eres un hombre libre. Y esto lo he aprendido de ti.

Sé que sufres cada vez que salgo por la puerta, pero quiero que sepas que soy yo, y que mi intención es siempre volver. Si cometo errores, volveré con ellos para pedirte consejo, pero necesito ir.

Si, esto lo he aprendido de ti.

Sé que sufres cada vez que vuelvo a casa, y me encierro directamente en mi habitación. Si, he tenido un mal día, y sé que esperas un tiempo antes de preguntarme. Cuando lo haces, lo haces con un bol de palomitas que tanto nos gusta, y claro, ahí me lo sacas todo, porque escuchas, escuchas muy bien.

Si, esto lo he aprendido de ti.

Sé que sufres cuando discutes con mamá, por mi. Ya no soy tan buena estudiante como antes, pero no sé a qué quiero dedicarme. Y tú de esto sabes mucho. Sé que me defiendes incluso sin argumentos, pero creo que ahora necesito quedarme quieta, sin hacer nada, para encontrar el camino que el ruido no me deja ver.

Si, esto lo he aprendido de ti.

Sabes que ya no pasamos tanto tiempo juntos, mis amigos vienen a buscarme a casa, ya no soy tan pequeña papá. He descubierto que hay un tiempo para todo, que no estamos para quedarnos con las ganas de nada. Y esto me lo has enseñado tú.

Si, lo he aprendido de ti.

Papá, sabes que hay días que me apetece estar sola, hoy es de esos días. Ya no estás aquí, porque te ha tocado marcharte. Es curioso, no quiero ver a nadie que no seas tú, solo tengo ganas de ti, las que tú siempre has tenido conmigo. Pero la realidad es muy distinta porque sé que no vas a volver. Todo es un recuerdo, porque ya no.

Hoy ya soy una mujer, mírame, aquí estoy.
Echándote de menos con un bol de palomitas, viendo una película a la que no estoy prestando ninguna atención, porque me tienes recapitulando cada conversación nuestra.

«Libertad es hacer lo que tienes que hacer, aunque te equivoques.»

Si, esto lo he aprendido de ti.
Gracias, siempre, papá.
💙

©Eloy Cánovas

*Nota mental:
Educar es dejar un bonito legado, que perdure mientras viva la memoria.*

4 comentarios
  1. Patri
    Patri Dice:

    Me has emocionado. Tan difícil ser madre o padre y qué descripción tan maravillosa de lo que supone escuchar sin juzgar, acompañar, enseñar el camino sin cárceles que opriman.Educar en la libertad para que cada ser llegue a ser único. Como único ha sido el padre que describes. Compraré el bol de palomitas. Mucho que aprender. Grande Eloy. GRACIAS POR SER

    Responder

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *