Brilla(s)

Quizá no lo recuerdes, pero te conozco desde que me hice pasar por uno más. Porque eso es lo que hago, ser uno más.

Te conozco desde que por primera vez te vi con ganas de verte. Contigo agudice la discreción, porque no quería que vieras en mi las ganas de ser las tuyas.

Nunca te lo he dicho, pero he llegado a verte al sur de la estrella polar, junto a Casiopea, justo cuando decías que no brillabas.

He notado tú respiración en mi clavícula, justo cuando decías que no te quedaba aliento para seguir adelante.

He visto en tus ojos los cimientos que erigen un monumento, justo cuando decías que eras insostenible.

He visto en tus manos unas uñas pintadas de un perfecto rojo, justo cuando te lamentabas por no ser las ganas de nadie. Si, nuestro rojo.

Te he visto valorar a personas que te quieren, con la certeza de que no son las mismas que tú quieres. Y eso te honra.

Por eso sigo aquí, porque podría pedirte muchas cosas, pero prefiero darte todo lo que tengo. Sé que nunca me pedirás aquello que pides a otros, pero puedo darte lo que necesitas para que dejes de pedir.

El amor propio de saber que puedes volver a brillar, porque vienes de donde vienes.

El amor propio de que siempre te tienes como primer y último aliento, porque vienes de donde vienes.

El amor propio de ser los cimientos de toda la gente que te quiere, tu gente, porque vienes de donde vienes.

Y a cambio,
me darás la certeza de saber que si levanto la vista, puedo presenciar el maravilloso espectáculo que eres capaz de hacer.

Sí, me lo debes.

©Eloy Cánovas

– Ilustración de Kerby Rosanes

Arritmia

Yo no soy de piedra.
A mí me ganas con casi nada,
y me pierdes por un montón de cosas.

Soy más bien de cartón, de un gramaje fino y endeble.
Que con la tempestad de una tormenta, me quedo en nada.
Pero con la brisa y un poco de calor, vuelvo.

Se me da mal aparentar lo que no soy,
pero se me da peor fingir que me arrepiento.

Desde que empecé a pedir ayuda en lugar de tanto perdón,
gané dos latidos por ‘sentimiento’ cuadrado;

Las ganas de volver a volar,
tus ganas de verme hacerlo.

Y así olvidé mi arritmia con la vida,
el miedo como excusa para no ser feliz.

Gracias por hacerme sentir,
que es posible conmoverse por estar vivo.

©Eloy Cánovas

[ Ilustración de Dan Cretu ]

Vulnerable

Es demasiado como para idealizarlo en el primer tropiezo,
demasiado valioso para malgastarlo en quien no te importa.

Si lo encuentras en el aire, podrías llenarte los pulmones.
Si lo encuentras bajo tierra, puede servirte de abono.
Pero si lo encuentras en una casita del árbol, podrías quedarte.

Hay quien destroza todo a su paso con tal de encontrarlo,
porque un día alguien dijo que se encontraba en el interior.

Puede llegar a ser vulnerable cuando siente,
y puede ser muy superficial cuando dice que siente.

Es demasiado bonito como para tomarlo con calma,
demasiado libre como para llegar a dominarlo,
demasiado fugaz como para seleccionarlo.

Si, hablo del amor.
O de ti, lo mismo es.

©Eloy Cánovas

[ Ilustración de Lauren Lee ]