Entendemos mal el mundo.

Lo entendemos mal, muy mal.
Leemos mal el mundo, y luego decimos que nos engaña. Odiamos a personas que no conocemos, y claro, nos engañan.

Nos quejamos continuamente por los sueños incumplidos, olvidándonos así que aún somos capaces de soñar.

Que de todas las historias que vivimos, nos quedamos con los finales, durase lo que durase. Y eso es lo que nos pasa, lo entendemos mal.

Vivimos sin sentir, para morir sintiéndolo.
Vivimos los finales, para olvidar los principios.
Idealizamos el amor, para que nunca cubra las expectativas.

Mientras tanto, la vida nos mantiene secuestrados obligándonos a disfrutarla, y nosotros empeñados en idear un plan de fuga.

La entendemos mal, muy mal.

©Eloy Cánovas