Lo que de verdad importa.

Ya no importa.
No es que no me importe, es que te estoy diciendo que no importa.

No importa si te hicieron daño.
Importa si te fuiste cuando ya no te querían, porque también es amor, marcharte cuando ya no. Importa si nunca has perdonado para empezar a hacerlo. Importa si hiciste feliz a alguien dejándolo ir aunque tú no lo fueras tanto.

No importa si te abandonan.
Importa si te abandonas rindiéndote a las circunstancias, importa si dejaste de ir con el corazón en un puño por miedo al olvido. Importa si empezaste a quererte como la mejor compañía posible.

No importa si dejaste de querer.
Importa si cuando dejas de hacerlo, eres lo suficientemente honesto como para quitártelo todo menos lo que eres. Dilo, no pasa nada, porque amor también es soltar cuando dejas de querer.

No importa cuánto te han querido.
Importa si has querido bien, si has querido tú. Importa si no has querido por miedo a que no lo hagan. Importa que si no te han querido bien, tú te hayas querido mejor.

Importas TÚ.
Porque te quiero, incluso cuando dices que has dejado de hacerlo.

©Eloy Cánovas

Que te quiero

Si tengo que elegir entre quererte o tenerte,
elijo quererte aunque no te tenga.

Porque pocas cosas quedan tan lejos,
poco es menos que pensar en tenerte.

Hay quien no sabe que ya te quería antes de pensarlo.
Por eso no me falta nada, porque tengo lo que necesito, quererte.

Por favor, nunca olvides que no eres de nadie que no te quiera. Porque tu hábitat es que te quieran, no que te tengan. Porque sabiendo que no eres mía, se puede llegar a quererte eterna.

Que te quiero así, no mía, pero siempre tuya.
Que te quiero así, tan tú que sin quererte también soy.
Pero no quiero.

[ Panerígico a los valientes;
para quienes quieren bien, muy pero que muy bien. ]

Elegancia eres tú

¿Qué es la elegancia si solo sabemos vestirnos con ella?.

Pero quizá no te has dado cuenta de lo elegante que estás cuando eres feliz y no al revés. Que muchas veces pienso que no tengo ni idea de lo que es la elegancia, hasta que claro, te veo feliz.

Porque elegancia podría ser tu calma en medio de un ataque de ira. Pero claro, quién iba a pensar que eso es elegancia.

Pues sí, si que lo es.

Como cuando veo que te quedas al margen porque sientes la necesidad, cuando gestionas tu ausencia ayudando a otros.

Es elegancia.

Cuando te quedas dentro de unos ojos cerrados, porque eres casa. Porque eres un lugar donde quedarse a vivir, un hogar donde siempre volver.

Es elegancia.

Cuando eres lo suficientemente honesta como para quitártelo todo menos lo que eres. Porque lo que eres es lo único que tienes, es todo lo que me gusta.

Es elegancia.

Cuando tienes esos abrazos y sonrisas a los que siempre volver, porque algo estás haciendo bien, muy pero que muy bien. Y qué suerte tienen.

Es elegancia.

Cuando decides cambiar las cosas que dicen que son, por cómo tú quieres que sean. Por cómo eres, así, tan tú.

Es elegancia y me encanta(s).

Elegancia es que te pongas de moda, porque dicen que no te pareces a nadie. Que no seas de nadie, como cuando dices sí a todo lo que se plantea tu sonrisa.

Ya sabes, sé tú y ponte elegante.
Ponte de moda

©Eloy Cánovas