Dijeron que no, que no podía.
Hace tiempo tuve una especie de eclosión mental,
al principio creía que era una fuerte migraña, pero no, qué va.
Resulta que antes de aquello, dijeron que no, que no podía.
Dijeron que no cubría las necesidades, que no había experiencia, que no estaba preparado, que me faltaba formación. No era una oportunidad para mi, habían otras personas mejor preparadas que yo.
Pero no hablaron de las ganas, no, de eso no hablaron.
Y claro, ahí le di la vuelta. O mejor, me di la vuelta para volver más tarde, con más ganas, más seguro, más cabezón si cabe.
Les demostré que no soy el mejor, pero podría ser el adecuado.
Que es cierto que no tengo experiencia, pero tengo todo lo que la experiencia necesita; un lugar donde desarrollarla.
Así que, puede que tenga miedo, puede que no sepa, pero no me digas que no puedo cuando me ilusiona la idea de conseguirlo.
Hoy estoy dentro, porque dijeron que no podía.
©Eloy Cánovas
[ La ilustración es de Enkel Dika, una maravilla. ]
Me encanta. Es un pensamiento permanente para mí, aunque yo sigo buscando.