¿Recuerdas?
¿Recuerdas la sensación de ser lo que los demás no esperan de ti?. Yo podría tener un Máster sobre este arte, la decepción.
Llevo mal tanta doctrina desmesurada, supuestos obsoletos y tradiciones ancestrales. No ser yo para ser en otros, es realmente agotador. Como agotadoras las personas que intentan hacerte creer que solo hay una manera correcta de hacer, de vivir. Y justamente es la que ellos dicen que es. Un plan.
Intenta cuidarte de ser la versión que los demás quieren que seas, modelada al antojo de todos. No pasa nada si no llega lo que esperan de ti, de verdad, hay vida después de esto.
¿Cuántas veces crees que he cubierto las expectativas?. Es uno de los problemas de nuestro mundo, en muchas ocasiones no sabemos cuándo hacemos feliz a alguien, pero sí sabemos cuándo no. Es una realidad que asusta.
Y es por esto, porque nos quedamos con los finales.
Se nos olvida, ponemos el foco donde siempre, en el final de la historia. Pero no, no es el final, porque llegan los recuerdos, y los recuerdos no conocen los finales.
Vivir con coherencia puede llevarte por caminos de soledad, pero qué tranquilidad en el alma.
©Eloy Cánovas