Hogar
A ti, que deseas todo el calor de los hogares.
Para todos, menos para ti.
A ti que deseas todo lo bonito de la vida. Pero para ti no, o como última opción, tú. Opción que ya te encargarías de posponer(te), como siempre haces.
Son malas fechas para quien solo quiere a los demás, para quien solo quiere a quien ya no, ya no está.
No puedes seguir así.
Ármate de valor para dejar de ser la parte oscura de la casa, dejar de decir que todo está bien para que empieces a estarlo. Empezar a tener pasión por la vida, para que dejen de tenerte compasión.
Dime, ¿qué piensas hacer con el plato de tristezas que te plantas delante cada día?. Esa tristeza cruda y al punto de sal que ni aderezas ni compartes.
Podrías empezar por ir al cajón de los cubiertos y coger un puñado de ellos. Suéltalos sobre la mesa donde todo está bien. Hoy bendices tú la mesa, hoy se come de tu plato hasta terminarlo.
Feliz Navidad. Feliz tú.
©Eloy Cánovas